Respaldemos la Policía

Respaldemos la Policía

VÍCTOR GULÍAS
Es cierto que en sus filas aún subsisten individuos no honestos y que se impone seguir depurándola. También es verdad que uniformados se ven involucrados en hechos delictivos. Pero no es menos cierto, sin ánimo de justificar lo incorrecto, que en todo conglomerado humano, hasta en la Santa Madre Iglesia, a veces hijos descarriados se apartan del redil.

La sociedad dominicana está sacudida por la criminalidad y la delincuencia, la inseguridad campea por sus fueros, nadie está seguro en ningún sitio y para enfrentar esa dura realidad todos unidos, debemos respaldar la actual jefatura de la institución del orden, en lugar de estar bombardeándola con ataques, muchas veces injustos y otras desproporcionados.

Es con esa policía con la que contamos. Mejorémosla. Es esa la institución encargada por las Leyes nacionales de prevenir y combatir el delito. Ayudémosla. Por lo pronto, es de orgullo decirlo, la PN cuenta a la cabeza con uno de los oficiales generales más preparados, técnica, profesional y científicamente y con un estado mayor (Plana Mayor) compuesta de oficiales capacitados, honestos y trabajadores a los que hay que apoyar.

Si en lugar de depurar la uniformada, dotarla de equipos de comunicación, logística, presupuesto, mayores y más justos salarios, transportación y apoyo político a su labor, lo que pretendemos es desacreditarla, disminuirla y minar su autoridad, entonces, sencillamente, estaremos perdidos.

Dentro de la PN, conozco decenas de oficiales, alistados, sub-oficiales trabajadores, serios, responsables y entonces, lejos de calificar la institución como un nido de delincuentes, hay que decir que el cuerpo policial es, fundamentalmente, sano y que lo que se requiere es apartar de su seno las manzanas podridas (que existen en toda agrupación humana).

El mayor general Santana Páez, caballeroso, sencillo, laborioso, capacitado, un profesional brillante, experto investigador, criminalista, requiere, él y su equipo, de cooperación, ayuda y colaboración no sólo de parte del Superior Gobierno, sino también de todas las instituciones de la sociedad dominicana ya que no es la policía la responsable de que se cometan delitos y crímenes, sino que ello responde a un conjunto de factores que nos toca a todos combatir.

Si le damos un prudente voto de confianza a la jefatura policial, si los barrios, ensanches, pueblos, campos y ciudades se organizan y cooperan con la PN en su árdua y sacrificada encomienda, podremos poner la delincuencia a raya. Si nos embarcamos en la moda de detractar la policía, entonces el problema de la seguridad pública, se agravará.

No se trata, que quede bien claro, de apoyar las cosas que pudieren hacerse de forma incorrecta, ni de encubrir delincuentes donde los haya. Se trata, eso sí, de tener presente que las instituciones no se pueden destruir, sino transformarlas, mejorarlas, equiparlas, apoyarlas, comprenderlas y cuidarlas para que optimicen su rol.

Y, finalmente,  reiterar lo que en nosotros ha sido un viejo reclamo: Hay que elevar, sustancialmente, los sueldos y salarios de los policías. Desde los rasos hasta los generales. El Estado tiene que incurrir en ese sacrificio, y fortalecer la uniformada, no desacreditarla, ni minar su autoridad. El general Santana Páez tiene suficiente capacidad para enfrentar el mal. Ayudémoslo a triunfar en tan vital guerra contra la delincuencia.

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