Respaldo a la Policía Nacional

Respaldo a la Policía Nacional

JUAN D. COTES MORALES
«Enfilado pelotón de la guardia soñolienta, al pie del asta presenta arbitraria formación, y hechas las dos auroras en que cielo y patria están, pasan de largo a su afán las gentes madrugadoras».

Con estos versos del poema épico «Arriba el Pabellón» del ilustre Deligne, deseo referirme a la muy especial arenga que el honorable Señor Presidente de la República pronunció en la explanada frontal del Palacio de la Policía Nacional.

«La Policía Nacional, las Fuerzas Armadas y los organismos de inteligencia sepan desde ya que cuentan con el respaldo irrestricto de las autoridades civiles electas de la República Dominicana, las que están legitimadas por la constitución, en todos los pasos, en todos los frentes que necesiten para enfrentar la situación de delincuente y de criminalidad que pretende amenazar a la República Dominicana».

«Estoy plenamente consciente que la Policía Nacional está en disposición de cumplir con eficiencia, con efectividad la tarea que le corresponde de garantizar y proteger la seguridad de todos los ciudadanos, pero también estamos convencidos de que para que la Policía, las Fuerzas Armadas y las instituciones de protección al orden en la República Dominicana puedan cumplir con ese mandato, necesitan todo el apoyo del Estado. Nuestra presencia aquí hoy es para brindarle nuestro respaldo incondicional a toda la lucha, que tiene que ser llevada a cabo en el marco de la Constitución, el respeto a los derechos humanos, pero siempre tomando en consideración el deber sagrado de protección y seguridad a los ciudadanos».

La presencia del doctor Leonel Fernández en la sede de la Policía Nacional como presidente, jefe del Estado, gobernante, estadista e interlocutor del pueblo dominicano expresa mucha sinceridad en sus palabras y las justificadas motivaciones que las inspiraron, tanto, como para darle solemnidad a la ocasión y no dejar dudas de que todo el gobierno que él encabeza está conmovido y se identifica con la conciencia nacional que requiere, reclama y espera efectivas medidas de protección y seguridad para garantizar el orden y el sosiego de la familia dominicana.

Desde hace un par de meses muchas personas se han interesado desproporcionadamente y sin ningún motivo aparente porque se disuelva a la Policía Nacional, según ellos, «porque es una asociación de malhechores y de delincuentes», o que en su defecto, se realice una profunda labor de profilaxis, para expulsar a los «fichados» e «indeseables», cuyo ingreso a la institución es de dudoso origen.

Sin embargo, la presencia del presidente debe interpretarse, al igual que sus palabras, como un respaldo sin precedentes a la Policía Nacional.

El mandatario conoce lo que es la institución del orden y lo que es ser policía pobre, con hijos, sin casa o arrimado pasando vergüenza, sin tener dónde coger fiao la comida ni las medicinas, prestando servicio a pie en un sitio inhóspito o bajo las órdenes de un superior arbitrario, tener que presentarse cuando pasan revista con unos zapatos ajenos porque los de él ya no sirven.

Evidentemente, el presidente es comprensivo, juicioso y ponderado. Con él la Policía no se siente desprotegida, a pesar de que algún día a cualquiera le den la baja o lo pongan en situación de retiro. El presidente nunca dispondrá expulsión masiva. Semántica, criterio, prudencia. En la especie existe de todo. Se impondrá la comprensión del presidente para ampliar el concepto de la «logística adecuada» hasta proporcionarle ropa y comida, garantizarle seguro de vida por un millón de pesos y sueldo mínimo de seis mil pesos.

¡Que así sea! Amén.

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