Responde cruz

Responde cruz

[b]Señor director:[/b]

Luego del triunfo del doctor Fernández en las elecciones de mayo, los intelectuales que dirigimos la Secretaría de Cultura decidimos no rivalizar innecesariamente con los escritores que probablemente conducirán la política cultural del próximo gobierno.

Sabemos que la cultura tiene muchos enemigos. No pocos economistas, administradores, empresarios y políticos creen que los recursos estatales invertidos en el quehacer cultural no son prioritarios.

Un enfrentamiento de la «inteligencia cultural» no contribuiría en nada al esperado y definitivo desarrollo de nuestro país.

Sin embargo, el señor Avelino Stanley, que no parece haber leído nunca la actitud que Tolstoy aconseja debe tener el vencedor frente a los vencidos, en una errática carta publicada en el periódico Hoy del domingo 23 de mayo, lanza escupitajos venenosos contra las autoridades culturales actuales y especialmente contra el suscrito.

El señor Stanley, en su búsqueda de un protagonismo que le permita conseguir un buen empleo en el próximo gobierno del doctor Fernández (en el anterior tenía varios), pretende polemizar con el suscrito de manera oportunista.

Habíamos escrito que teníamos la información de que varias personas se habían molestado porque sus nombres aparecían en el documento donde trabajadores de la cultura apoyaban al PLD.

Avelino me desafía para que presente por lo menos un caso que demuestre mi denuncia. Se adelanta a asegurar que no podré hacerlo, ya que todos los que firmaron el documento de marras lo hicieron con entusiasmo. Aunque estoy convencido de que la actual polémica está un tanto desfasada, tengo que complacer al «imprecatore» Avelino. Por eso anexo una carta de la gestora cultural María Ortiz, fechada el 10 de mayo, donde esta asegura que nunca firmó ese documento.

Las quejas de la actriz Olga Bucarelly por su inclusión en el referido documento fueron escuchadas por más de diez personas que tienen cédulas, nombres y apellidos.

Espero que Avelino quede servido.

Señor director, Mayra Peguero conserva los dos diferentes trabajos que tienen en la Dirección General de Bellas Artes.

Para la actual Secretaría de Cultura la colaboración de Mayra Peguero es imprescindible, más allá de su simpatía política.

Ciertamente, como indica Avelino, en un anterior artículo hago referencia a un acto que se burlaba del presidente Hipólito Mejía. Por decoro no escribí su nombre; pero Avelino denuncia que se trata de Iván García. Y realmente así es.

Para el suscrito fue penoso ver a mi viejo maestro relacionar a nuestro presidente con un asno. Más penoso nos resultó verlo gesticular para comparar nuestra gestión cultural con un vómito.

Iván es un intelectual que sabe usar muy bien las palabras. No creemos que tenga que recurrir a términos y gestos como los citados para desprestigiar a un gobernante y a una gestión de gobierno. Iván, por sus notables méritos, fue protegido y respetado por nosotros, aún sabiendo que no sentía simpatía por el PRD.

Sin embargo, la Dirección General de la Feria del Libro, sin la intervención del secretario de Cultura ni de ningún subsecretario, entendió que era un contrasentido homenajear a alguien que pensaba tan mal de las autoridades que lo iban a reconocer.

Atentamente,

Giovanny Cruz Durán

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