Responsabilidad del crimen

Responsabilidad del crimen

Ahora que se debate en el Congreso la despenalización o no del aborto, en relación de que el derecho a la vida está consagrado en la Carta Magna y el de sobrevivir la madre y rechazar un embarazo indeseado, también, es propicio señalar quien es el responsable de la alta tasa del crimen que mantiene en zozobra a la ciudadanía.

La mayoría de los hechos de sangre que ocurren en el país son producidos por las armas de fuego, y la ley 36-65 que trata esa disciplina, proviene del gobierno provisional del presidente Héctor García Cáceres, cuando apenas éramos tres millones de habitantes, y se desconocían las drogas y su tráfico.

La ley 36-65 es tan obsoleta como la 241 sobre Tránsito Terrestre, y es un imperativo que no debe aplazarse por más tiempo, modificarla y adecuarla al presente, de manera que solo se permita la tenencia, en casos motivados, justificados, comprobados, determinados por un equipo de psiquiatras.

La ley 36-65 en su párrafo III contiene la esencia de su ampliación tácita, cuando define que armas como las pistolas calibre 38, revólveres Mágnum 380 y calibre 44, solo se asignarán licencias para tenencia, no para porte, que es lo que debe y tiene que generalizarse para todo tipo de arma de fuego, solo la tenencia, no el porte, a nadie.

Los legisladores son los primeros que rechazan desarmarse, y es lo determinante para que el proyecto de ley en ese sentido del diputado Víctor Bisonó Haza desde hace cinco años, no se ponga en agenda para conocerse y aprobarse.

Con congresitos dúctiles como es la usanza en nuestro medio, la pregunta es quién es el responsable de no reducir el crimen prohibiendo el porte de armas de fuego.

 

Publicaciones Relacionadas

Más leídas