Responso por Armando D’Alessandro

Responso por Armando D’Alessandro

El ingeniero Armando D´Alessandro Tavárez, que falleció el día trece del presente mes, fue un himno al trabajo, la honestidad y estilo caballeresco, desempeñándose con un perfil discreto, no obstante su prestancia como empresario exitoso, modesto, sencillo, dueño de una educación paradigmática.

Fue el primero de seis hijos del matrimonio del ingeniero italiano Guido D´Alessandro Lombardi y la dama montecristeña Carmen Tavárez Máyer, que fueron Guido (Yuyo), Rafael (Nini), Edda, Aldo y Leonardo. El progenitor de Armando construyó entre 1944-47 el Palacio Nacional.

También construyó el Mercado Modelo de Santiago de los Caballeros, el hospital José María Cabral y Báez y el canal de Villa Vásquez, entre otras obras, iniciando la fábrica de vidrios, que luego adquirió el generalísimo Rafael Leónidas Trujillo, identificando tierras óptimas para el propósito en Samaná y las canteras de mármol de esa provincia. Era un científico, himno al trabajo, como Armando lo reeditó, con creces. A los 19 años, al fallecer su padre, se hizo cargo de sus negocios, sus hermanos y progenitora. Un hombre así, es admirable.

Armando fundó la Sociedad Automotiva en 1957 que representaba los autos Fiat y las máquinas de escribir y sumar Olivetti.

Administró en varias ocasiones Favidrio, estatal; el presidente provisional Héctor García Godoy lo designó director de Fomento, que fue el prolegómeno de Corde que fundó el presidente Joaquín Balaguer en 1966.

Nunca disfruté  del privilegio de su amistad, pero siempre lo admiré.

Compró la franquicia de Pepsi-Cola al industrial Horacio Álvarez en 1977 y la vendió a Manuel García Arévalo en 1993, cuando fundó la publicitaria Flamingo, de los letreros enormes en esquinas neurálgicas de la capital.

Fue un innovador pertinaz, un hombre de trabajo y hogar, sin estridencias ni pedanterías, con sigilo y eficiencia.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas