Respuesta EEUU a movilización cubana profundiza enfrentamiento

Respuesta EEUU a movilización cubana profundiza enfrentamiento

La Habana, 24 ene (EFE).- La proyección de mensajes políticos desde la Sección de Intereses de EEUU en respuesta a la movilización masiva convocada hoy por el líder cubano, Fidel Castro, contra ese país profundiza la escalada de tensión que enfrenta a ambos países.

   Convocados por Castro, más de un millón de cubanos, según fuentes oficiales, marcharon contra la política del presidente George W. Bush, frente a la Sección de Intereses de EEUU en La Habana (Sina).

   La Oficina respondió con la proyección de mensajes en grandes pantallas luminosas invitando a los manifestantes a discrepar de su gobierno.

   La movilización comenzó con un breve discurso del líder cubano en el que volvió a acusar a EEUU de intentar forzar una ruptura de los escasos vínculos diplomáticos que mantiene con Cuba y denunció las «groseras provocaciones» de la Sina.

   Coincidiendo con el inicio de su intervención, la Sina comenzó la transmisión de citas políticas en las pantallas gigantes instaladas en el quinto piso de su sede.

   «Si es una batalla de ideas por qué no pueden discrepar con su gobierno», rezaba uno de los mensajes de la Sina, mientras una multitud aclamaba a Castro, que a pocos metros de distancia, junto a la estatua del héroe nacional José Martí, denunciaba los nexos entre el gobierno de Bush y la «mafia» cubano-americana de Miami.

   «Ya encendieron el cartelito, qué valientes son las cucarachas», dijo Castro, de 79 años, que en contra de lo habitual no marchó con los manifestantes y siguió la protesta desde la sala de protocolo del sótano de la «Tribuna Anti-imperialista», el popular «manifestódromo», levantada frente a la Sina en 2000.

   Mientras Castro denunciaba las intenciones del Gobierno de Bush de liberar al anticastrista Luis Posada Carriles, acusado de múltiples actos terroristas por La Habana, la Sina proyectaba citas políticas de Abraham Lincoln, Gandhi y Lech Walesa sobre el concepto de libertad.

   La proyección de mensajes políticos desde la Sina, una iniciativa sin precedentes que «estrenaron» las autoridades estadounidenses la pasada semana, ha superado los límites de la llamada «Guerra de los carteles», que estalló en el 2004.

   Ese año, los estadounidenses colgaron carteles alusivos a los 75 disidentes condenados en Cuba y La Habana respondió instalando sobre el Malecón grandes imágenes de torturas de presos irquíes por soldados de EEUU en la cárcel de Abu Ghraib, cerca de Bagdad.

   Con la nueva estrategia de la Sección de Intereses, Washington, según Castro, quiere forzar una ruptura de las escasas relaciones diplomáticas que mantiene ambos países desde 1977.

   En ese año se abrieron las delegaciones diplomáticas en las capitales de los dos países, durante el mandato del ex presidente estadounidense Jimmy Carter.

   «Las groseras provocaciones que se vienen realizando desde la Oficina de Intereses en La Habana no tienen, ni pueden tener, otro propósito», insistió hoy el líder cubano.

   Castro volvió a acusar a EEUU de planear la liberación de Posada Carriles, ex agente de la CIA acusado de terrorismo, que está detenido en El Paso (Texas) por entrada ilegal al país y cuya situación podría decidirse a partir de hoy.

   Tras su intervención, cientos de miles de cubanos, en su mayoría vestidos con camisetas rojas, desfilaron como una «marea roja» frente a la Sina, mientras jóvenes revolucionarios lanzaban arengas animando a la población a marchar contra el imperio.

   Un gran cartel anunciando la macabra película «El asesino», con los rostros de Bush y Posada Carriles como vampiros sedientos de sangre, destacaba sobre el Malecón, similar a los póster que portaban miles de cubanos con lemas como «La Injusticia tiembla» o «Asesinos».

   «La marcha es la dignidad de un país completo integrado a su líder y su revolución. Posada está impune y nos debe más de 70 muertos», gritaba José Antonio, mientras los manifestantes coreaban consignas como «Bush, fascista, condena al terrorista», «Con la verdad, Cuba triunfará», «Abajo los lumínicos» y «Pá lo que sea Fidel, pá lo que sea».

   «La marcha, dicen los que saben que sirve para defender al pueblo», comentaba Marcos, mientras Antonio opinaba que el Gobierno de EEUU «no tenía por qué haber hecho esas provocaciones. Llevamos 47 años de provocaciones». EFE 

  

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