Resta importancia plan Irán, luego se retracta

<p>Resta importancia plan Irán, luego se retracta</p>

PARIS (AFP).- El presidente francés Jacques Chirac provocó ayer una gran confusión y casi un problema diplomático al afirmar a tres publicaciones que el hecho de que Irán posea un día el arma nuclear no es en sí “muy peligroso”, declaraciones que posteriormente tuvo que rectificar.

Concretamente, el jefe de Estado pidió al semanario francés Nouvel Observateur y a los diarios International Herald Tribune y New York Times, a los que había concedido una entrevista el lunes, que eliminaran de sus artículos esta frase y otra referente a la inmediata destrucción de Teherán si lanzaba una bomba atómica. Pero las tres publicaciones difundieron el desliz del presidente.

En un intento de minimizar el impacto de estas declaraciones de Chirac, los portavoces de la Presidencia francesa garantizaron que la posición del país sobre Irán “no ha cambiado”.

Se trata de una “interpretación de frases que tiene por fin provocar una polémica vergonzosa sobre una cuestión en la que el compromiso de Francia y del presidente siempre fue constante y decidido”, afirmaron, recordando que “algunos medios de comunicación del otro lado del Atlántico no dudan en aprovechar cualquier ocasión para atacar a Francia”.

De acuerdo con las tres publicaciones, Chirac declaró el lunes que el hecho de que Irán tuviera una bomba atómica no era en sí “peligroso”. Si Irán tuviera un arma nuclear “¿dónde podría arrojarla? ¿Sobre Israel? (El misil con ojiva nuclear) “no habría recorrido 200 metros y Teherán ya estaría arrasado”, declaró el dirigente.

“Tener una, o incluso más tarde dos bombas, no es muy peligroso. Lo que es verdaderamente peligroso es la proliferación”, habría dicho literalmente el jefe de Estado, según una frase publicada en inglés por el Herald Tribune.

El martes, el presidente volvió a llamar a los periodistas, rectificó algunas frases y retiró directamente algunas palabras, admitiendo que tenía que haber tenido más cuidado. Este ir y venir de declaraciones del presidente salió a la luz el jueves.

El incidente muestra sobre todo la dificultad de establecer una estrategia frente a la amenaza iraní. Según el palacio de la presidencia francesa, el Elíseo, Chirac, de 74 años, que se encuentra en la recta final de su segundo mandato, realizó un “razonamiento condensado y esquemático” sobre Irán durante la entrevista, una cuestión que “merece un tratamiento más profundo”.

Por si quedaba alguna duda, la presidencia francesa emitió un comunicado sobre su postura oficial hacia Irán.

“Francia, al igual que la comunidad internacional, no puede aceptar la perspectiva de un Irán dotado del arma nuclear”, explicó el texto, que recuerda que las sanciones del Consejo de Seguridad de la ONU serán canceladas y la negociación con Teherán se reanudará “cuando este país acepte la suspensión de sus actividades vinculadas al enriquecimiento” de uranio.

Estas aclaraciones bastaron para tranquilizar a la Casa Blanca, cuyos portavoces recalcaron que Chirac se ha retractado y ha dejado claro que Irán no debe desarrollar armas nucleares.

“Cuando Chirac rectifica a Chirac”, escribió sarcástico el jueves Le Nouvel Observateur, mientras que el International Herald Tribune titulaba en su primera página: “Chirac piensa y después retrocede”.

“Chirac no está preocupado por un Irán nuclear pero después da marcha atrás”, afirma irónicamente el diario New York Times.

El pasado 23 de diciembre, el Consejo de Seguridad de la ONU adoptó una resolución que prevé sanciones económicas y comerciales contra Irán, ya que este país se niega a poner fin al enriquecimiento de uranio.

El diario Le Monde estimó el jueves que las declaraciones de Chirac marcaban un “giro radical” y un punto y aparte diplomático del dirigente, quien hace tres años mostraba una “firmeza absoluta” y hoy “da la impresión de cambiar de política”.

Para la oposición socialista francesa, en plena campaña electoral, esta transformación de Chirac es “imperdonable”.

La delicada cuestión nuclear iraní ya provocó otro disgusto a las autoridades francesas la semana pasada, cuando sus dirigentes lanzaron la idea de enviar un emisario a Teherán para convencer a este país de ser moderado en sus relaciones con Líbano, donde Francia tiene desplegados a 1.600 militares dentro de una fuerza de paz internacional.

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