Restaurante demanda a Trump y su hotel en Washington por competencia desleal

Restaurante demanda a Trump y su hotel en Washington por competencia desleal

Washington. Un restaurante especializado en vinos demandó hoy por competencia desleal ante el Tribunal Superior del Distrito de Columbia al presidente de Estados Unidos, Donald Trump, y a su hotel de Washington, que cuenta con bar y varios establecimientos gastronómicos.

Los dueños del restaurante “Cork Wine Bar”, Khalid Pitts y Diane Gross, explicaron hoy en una rueda de prensa que la demanda se dirige directamente contra el presidente y el Trump International Hotel, ubicado en la Antigua Oficina de Correos de Washington.

La Constitución de Estados Unidos establece que el presidente goza de inmunidad y no puede ser demandado por las decisiones que toma en la Casa Blanca, aunque su nombre sí puede aparecer en demandas que se dirijan contra sus acciones personales o los negocios en los que esté involucrado.

En su demanda, los dueños del “Cork Wine Bar” alegan que el hotel de Trump no solo compite por la clientela habitual, sino especialmente por los comensales de Gobiernos extranjeros y grupos de presión que buscan hacer negocios con el presidente e influir en sus decisiones.

“En Washington, la gente siempre está tratando de conseguir favores del Gobierno y ahora el hotel de Trump se ha convertido en el centro de todo eso”, dijo Khalid Pitts ante la prensa.   Khalid Pitts y Diane Gross fundaron el “Cork Wine Bar” en 2008, cuando no había muchos restaurantes en la calle 14, convertida ahora en unos de los centros neurálgicos de la capital.

Con el tiempo, su restaurante se convirtió en el punto de encuentro de los dignatarios extranjeros, los funcionarios del Gobierno y los trabajadores de organizaciones internacionales como el Banco Mundial (BM), una clientela que ahora prefiere el hotel de Trump, según los demandantes.

“Cuando fundamos nuestro negocio no había muchos restaurantes, pero ahora las opciones han aumentado muchísimo. Estamos acostumbrados a la competencia, pero hay un negocio que no está jugando limpio. Y ese es el hotel de Trump, sus bares y restaurantes.

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