Restricciones impuestas por el nuevo presidente de la Suprema Corte de Justicia (SCJ) Luis Henry Molina, provocan inconvenientes e inconformidad entre jueces y empleados, e incluso a periodistas que cubren la fuente noticiosa judicial.
La más “odiosa” de esas medidas es la prohibición a empleados de la alta corte y de la Procuraduría General de la República que funcionan en el mismo edificio, de entrar o salir por la puerta lateral que da a la calle Juan de Dios Ventura Simó.
De acuerdo con empleados, esa entrada fue reservada exclusivamente para legisladores que cruzan desde el Congreso Nacional, y jueces que frecuentemente “van y vienen” desde el edificio viejo de la Procuraduría.
Sin embargo, esta reportera fue testigo ayer de la incomodidad de dos magistradas que a las 12:00 del mediodía no encontraron al seguridad que debe facilitarles la entrada.
Similar queja se ha escuchado a empleadas que debido a la falta de parqueo deben dejar sus vehículos a distancias considerables y le era más cómodo entrar por la puerta ahora “especializada”.
“Ellos no pueden estar inhabilitando la puerta para que uno tenga que entrar por el frente”, se escuchó decir a una de ellas, al tener que dar la vuelta para entrar al edificio por la entrada principal.
Los periodistas, que en su mayoría utilizaban esa puerta entrada, además encuentran restricciones cuando acuden a las actividades en la Sala Augusta donde, ya una vez el presidente de la SCJ hace acto de presencia, protocolo no permite entrada.