El Partido de la Liberación Dominicana (PLD) acaba de lograr una importante victoria que lo mantiene invicto en las últimas cuatro elecciones y si bien el PRD logró incrementar su votación porcentual e incluso casi equipararse de partido a partido, sin las alianzas, lo cierto es que el resultado otorga al PLD el dominio total del Senado, el 58 por ciento de la cámara baja y el 59 por ciento de los municipios.

En la nueva correlación de fuerzas el partido oficial dispone de mayoría absoluta en el Consejo Nacional de la Magistratura, pues cuenta con la presidencia del organismo, los dos presidentes de las cámaras, el senador del segundo partido más votado que como carece de escaños le corresponderá al PRSC, también el Procurador, mientras el PRD será representado por un diputado, restando como miembros el presidente de la Suprema Corte de Justicia y otro juez.

Y a ese Consejo Nacional de la Magistratura  le corresponderá evaluar a los jueces de la SCJ y hacer las sustituciones correspondientes, designar los miembros del nuevo Tribunal Constitucional y del Tribunal Electoral, mientras al Senado elegir los miembros de la Junta Central Electoral y de la Cámara de Cuentas de las ternas presentadas por la Cámara de Diputados.Es mucho poder y representará el principal reto para el Presidente Fernández de seleccionar los miembros de estas instituciones consensuando con el principal partido de oposición y las organizaciones más representativas de la sociedad civil.

De hecho, el PLD lo hizo de esa forma cuando designó la presente de la JCE, a pesar de contar con la mayoría en el Senado; también lo hizo con la Cámara de Cuentas y  en la reforma constitucional.

Es bueno recordar, y eso no debe repetirse, que el PRD cuando dispuso de mayoría en el Senado eligió unilateralmente a los miembros de la JCE.

Esa será la primera de las responsabilidades y el principal mensaje del uso racional, legítimo e institucional de la mayoría obtenida en este proceso, pero los retos no se limitan a estas designaciones.

La preservación del crecimiento con estabilidad, asignación cumplida con notas sobresalientes, representa una de las grandes tareas en un escenario de ajustes donde la actual receta mundial es reducir la deuda y el déficit fiscal. También profundizar las reformas económicas contempladas en el acuerdo con el FMI y mejorar la transparencia y eficiencia en el uso de los recursos aplicando estrictamente el conjunto de leyes representativas de la reforma de la administración fiscal.

Otros grandes retos lo representan enfrentar el narco y desarticular los apoyos internos en estamentos de poder, resolver la endémica crisis eléctrica y mejorar la institucionalidad cumpliendo y haciendo cumplir la nueva Constitución y las leyes.

El Presidente y su Gobierno pueden navegar en la recta final de este periodo con los vientos a favor en un mar tranquilo y si cumplen con el endoso recibido este 16 de mayo estarán contribuyendo a la construcción de una mejor sociedad y a obtener otro triunfo en el 2012.