El paso dado por el presidente Danilo Medina, de romper relaciones diplomáticas con Taiwán y basándose en el principio de una sola China establecer relaciones con el gigante continental, fue un paso certero. Sin embargo, es bueno conocer los resultados de las relaciones diplomáticas entre Costa Rica y China, tras once años, pues nos permitiría escoger las vías para que el país pueda sacar mayores beneficios de la nueva relación.
Costa Rica estableció relaciones con China el primero de junio de 2007 y con posterioridad el primero de agosto de 2011 firmó un tratado de libre comercio, en ambos momentos las expectativas fueron muy favorables pues esperaban un despegue de las exportaciones y las inversiones chinas, pero al cumplirse diez años los resultados han sido tan modestos que el prestigioso periódico La Nación titulaba un artículo: “Relaciones económicas con China están empantanadas”, y concluía con lo siguiente: “Las expectativas exportadoras a China poco han funcionado, la Zona Económica Especial (ZEE) es un tema casi olvidado, las inversiones son muy inestables y el turismo crece pero a un ritmo insuficiente para alcanzar los pronósticos”.
Vamos por partes. Comencemos con las exportaciones de Costa Rica a China, que en 2007 ascendían a US$848 millones y que fueron reduciéndose, especialmente después del cierre de la parte manufacturera de Intel, cayendo a US$111 millones en 2017. Costa Rica es el principal exportador mundial de piñas y necesitó desde 2011 hasta 2017 para lograr los permisos fitosanitarios y comenzar las exportaciones de la fruta. China por el contrario ha visto crecer sus exportaciones a Costa Rica desde menos de US$100 millones en 2007 a US$2,200 millones en 2017.
En materia de turismo, en 2007 Costa Rica recibió 2 mil visitantes de China y en 2017 llegaron menos de 15 mil. En un artículo anterior advertíamos que no debíamos albergar muchas expectativas con ese turismo, primero por la distancia y segundo porque el turista asiático no es de sol y playas, es un turista de museos, monumentos y ciudades emblemáticas como Nueva York, París, Londres, Madrid, etc.
En materia de cooperación, China creó el Instituto Confucio en el campus de la Universidad de Costa Rica, el Estadio Nacional, a un costo de US$100 millones, 450 carros patrullas, una moderna escuela para la policía (en Costa Rica no hay ejército), US$1.5 millones para el barrio Chino, US$500 mil para el Anfiteatro Cultural de Punta Arena y cientos de becados para postgrado.