CRAWFORD (EEUU) (EFE).- Los presidentes de EEUU, George W. Bush, y Egipto, Hosni Mubarak, afirmaron hoy que el plan israelí de retirada de Gaza es uno de los pasos de la «Hoja de Ruta» para lograr la convivencia pacífica de los estados de Israel y Palestina.

«Ambos estamos de acuerdo en que si Israel toma la decisión de retirarse, esto no reemplaza a la ‘Hoja de Ruta’, sino que forma parte de ella, de manera que podemos seguir avanzando hacia la solución de los dos Estados», manifestó Bush.

Bush y Mubarak comparecieron ante la prensa tras reunirse en el rancho que el presidente estadounidense tiene en Crawford (Texas), una entrevista con la que la Casa Blanca inició una nueva ronda de contactos para tratar de revivir el moribundo proceso de paz.

Está previsto que el presidente estadounidense reciba al primer ministro israelí, Ariel Sharon, en la Casa Blanca el próximo miércoles, y al rey Abdala de Jordania el próximo día 21.

La novedad es el plan no confirmado oficialmente de que Israel se retirará de la franja de Gaza, a cambio de un compromiso por escrito de Washington de que Israel no tendrá que volver a las fronteras exactas previas a la Guerra de los Seis Días de 1967.

La prensa israelí asegura que ya hay un principio de acuerdo con la Casa Blanca y que EEUU reconocerá las «realidades demográficas» de la franja de Cisjordania, es decir, que aprobará la continuidad de los asentamientos israelíes en ese territorio ocupado.

Pero Bush pidió que no se adelanten los acontecimientos, hasta que Sharon no exponga exactamente sus intenciones en la entrevistas que mantendrán el miércoles.

«No hagamos juicios previos sobre lo que el primer ministro Sharon me va a decir. No quiero hablar por él hasta que venga a Estados Unidos el miércoles», señaló el mandatario estadounidense.

Bush se refirió a la cuestión de la retirada israelí como «rumores», pero subrayó que si Sharon «decidiera retirarse de Gaza sería un desarrollo positivo» en el proceso de paz.

Mubarak apoyó al presidente estadounidense al afirmar que una retirada «sería altamente apreciada», e hizo hincapié en que «la retirada debe coincidir con la ‘Hoja de Ruta’ (…) porque de lo contrario no sería aceptado por la opinión pública de la región».

Bush trató de mostrarse optimista sobre el proceso de paz, pese a que han pasado tres años desde que expuso su «visión» para que la convivencia pacífica de los estados de Israel y Palestina fuera una realidad en 2005, y nada se ha avanzado desde entonces.

El presidente estadounidense volvió a achacarlo al terrorismo palestino contra Israel: «Hemos hecho algunos avances, como la ‘Hoja de Ruta’, que es una estrategia para lograr la paz, y eso es bueno. El problema es que hay terroristas dispuestos a matar para pararlo».

Por eso, consideró «esencial» que cese la violencia terrorista y que, en primer lugar, se resuelvan las cuestiones relacionadas con la seguridad y el control por parte de la Autoridad Nacional Palestina (ANP) de los grupos armados que atentan en Israel.

Sólo de esta manera, añadió, se logrará su objetivo: «Que en Oriente Medio haya una paz real y no sólo una pausa entre guerras».

Menos optimista se mostró el presidente egipcio, quien recordó que «el problema de Oriente Medio dura ya unos 50 años» y que, si se sigue por el mismo camino, «se complicará más que nunca».

Mubarak subrayó que «se podía haber resuelto hace muchos años, pero ahora es muy difícil» y agradeció a Bush por haber sido el primer presidente de EEUU que se haya decidido a hablar abiertamente de la necesidad de que exista un estado palestino.

En medio de la creciente situación de inestabilidad en Irak, ese país ocupó también buena parte de la conversación entre los dos presidentes.

Bush reiteró que Estados Unidos mantendrá el rumbo trazado para garantizar la futura estabilidad de Irak, porque considera que es esencial para lograr un Oriente Medio «próspero y democrático».

Mubarak, por su parte, pidió a Bush que trabaje para «devolver la soberanía a los iraquíes cuanto antes dentro de un contexto que preserve su integridad territorial y una a todos los iraquíes».