Alrededor de 10 toneladas de desechos sólidos son sacados diariamente de la cañada Los Ríos, en el Distrito Nacional, una fuente natural de agua que estaba prácticamente tapada. Existe el peligro de inundaciones en caso de que se produzcan fuertes aguaceros, por la gran cantidad de familias que viven alrededor.
La labor fue practicada por las organizaciones comunitarias, agrupadas en la Fundación de Saneamiento Ambiental La Puya (Fundemapu), quien recibe 25 dólares por cada tonelada por parte del Ayuntamiento del DN. Éste recibe la basura en la estación de transferencia, en Villas Agrícolas, donde es pesada.
A esa fuente se conectan otras cañadas como la del Nueve, el Trece y Medio y La Yuca, que llevan todas las inmundicias hasta el río Isabela.
Rafael Luna, presidente de la entidad, denunció el deterioro de la cañada, construida durante los 12 años del presidente Joaquín Balaguer, destruida por consumidores de sustancias prohibidas, quienes arrancan las varillas para venderlas y mantener el vicio.
Explicó que llevan más de un mes retirando desechos, por lo que ayer apenas llevaban menos de un kilómetro de limpieza, apesar de que cuentan con varias brigadas que trabajan de lunes a sábado.
Mostró preocupación por las cañadas debido a que cientos de viviendas, incluso edificios de apartamentos y negocios, tienen sus tuberías sanitarias conectadas a ellas.
De ahí que demandó de los ministerios de Salud Pública y Medio Ambiente, tomar medidas contra quienes contaminan las fuentes y prohibir las construcciones en al menos de 30 metros, como manda la Ley de Medio Ambiente.
Hace dos meses la cañada era un vertedero.