Hoy 
POR REYES GUZMÁN
Mil historias se han contado en pocos días por la decisión del artista Enrique Bunbury, de abandonar los escenarios sin tiempo fijo de regreso y disolver el grupo Huracán Ambulante, con el que por ocho años se mantuvo trabajando. Las razones de su alejamiento sólo él las sabe, aunque se ha dicho que es por agotamiento, revisión de lo que quiere y puede, además de tomarse un tiempo de soledad.
El mánager, Nacho Royo, es quien ha tenido que cargar pesado por ser la voz anunciadora de tal sorprendente actitud de Bunbury, quien con su rebeldía, estilo de vivir y creatividad para hacer canciones, se ganó el cariño y la admiración de miles de fans que hoy no entienden la ausencia de su ídolo.
La prensa internacional y local publicó la información del aviso de retiro, que estaba pautado luego de cumplir con varios conciertos de la gira. Resultó chocante, que estando en Zaragoza tuviera que salir del escenario luego de interpretar tres temas. Esas tres canciones aceleraron su decisión, fueron las que marcaron la llaga en el público, las que sacaron sin destino fijo al artista de la escena. ¿Cuándo regresa? ¿Qué le pasa? ¿Qué busca?
Siete discos quedan en los estantes, y como refiere una nota, son arriesgados y comprometidos, con etiquetas de buenos tiempos compartidos entre vinos, tragos y en torno a 500 actuaciones en directo desde Zaragoza a Tokio, sin dejar de pasar por Portugal, Italia, Quito, Managua, Guatemala, Santo Domingo, Buenos Aires, Nueva York y el Distrito Federal.
El representante dice que Enrique está triste y con mucha sensación de impotencia, que llegó el momento de parar y descansar. Sería importante saber qué piensan los contratantes de los tres conciertos que faltan en España y de los quince en América. ¿Viene una cadena de demandas? Es posible. Quizás los que invirtieron en promoción y legalización de contratos tomen en cuenta que el agotamiento derrumbó al cantante.
SOLITARIO
La carrera de Bunbury ha ido desde sus inicios por una búsqueda musical, con la que afianza su comunicación de expresar lo que siente y cree que debe llegar a su público.
En su web anunció la disolución definitiva de Huracán Ambulante, la cancelación de la gira y su responsabilidad de abandonar los escenarios sin fecha prevista de regreso.
Quien está considerado como uno de los artistas más inteligentes y responsable de aportar grandes éxitos en los 80 y principios de los 90 con Héroes del Silencio, hoy inquieta las mentes de los que se identifican con sus canciones. No aceptan el retiro y menos la forma de hacerlo.
Cambiante como el camaleón, pero con ingenio para hacer música para todos los gustos, tuvo en sus inicios el compromiso de tocar la guitarra a la edad de 12 años en el grupo Apocalipsis. De los demás se aprende y él supo asimilar que en la música los que tienen talento ganan más. Su ganancia es la discografía y el número de personas que lo admiran.
Pasó varios años con Héroes del Silencio y demostró que es un músico de vanguardia.
«Radical sonora», «Pequeño», «Pequeño cabaret ambulante», «Flamingos», «Una cita en Flamingos», «El viaje a ninguna parte» y «Freak show», son títulos de su vida en solitario.
Para Enrique nada es imposible y cuando le tocó viajar a Tokio dijo que quería hacerse un hueco en la música nipona, porque los japoneses están abiertos a la cultura española y a la de otros países.
«Llevaba mucho tiempo presionando a la compañía para venir aquí. Me gusta mucho viajar y abrir nuevos frentes; y con este país siempre he tenido muy claro que podía encontrar un espacio. No siento esta visita como una única oportunidad, porque estoy aquí para sembrar una semilla. Estoy convencido de que a los nipones les gusta la música latina, lo mismo que el reggae y el hip hop». Esas últimas palabras coinciden con lo que expresó en la rueda de prensa en Santo Domingo, antes de presentarse en la Fortaleza Ozama, donde el público se emocionó y le brindó la mejor demostración de admiración.
