Haití, que ha motivado muchos pesares entre quienes miran hacia él, e inspirado gestos de solidaridad y de declaraciones de intención por parte de la comunidad internacional, ha tardado demasiado en ver convertida en hechos significativos la mucha ayuda que necesita. Fuera de la que con noble presteza le ha aportado República Dominicana desde el primer momento. La dramática situación del país vecino está al borde de agravarse por la intensidad de una temporada ciclónica que acaba de iniciarse y que se manifiesta desde ya con muchas lluvias sobre miles de damnificados casi a la intemperie.
Es en medio de este panorama que en reciente editorial el periódico Washington Post de la capital estadouniden solicitó al presidente Barack Obama permitir la entrada de unos 55 mil haitianos que tienen familias en Estados Unidos y que solo esperan un permiso de entrada para integrarse a trabajos y convertirse en una fuente de divisas para la nación que dejarán atrás. República Dominicana ha sido el principal destino de la diáspora haitiana, temiéndose que la capacidad de la economía y de los servicios públicos locales para absorberle quede agotada. El presidente Obama debe acoger la propuesta del Post y honrar así su palabra de hacer todo lo que esté a su alcance para auxiliar a Haití y de paso ayudar a reducir la presión que sobre República Dominicana causa la migración.
La duplicación de los tronos
Se aplica en este país un esquema de expansión de las funciones del Estado como fuente de cargos, sueldos, gastos y manejo de recursos. La pasión por puestos importantes movió a sectores políticos a dividir el territorio nacional creando más municipios y provincias que los que tienen otros Estados de mayor extensión que el nuestro. Luego vino la figura del vice síndico. Buenos sueldos y cero funciones. Ahora ha salido de una chistera el proyecto de que la Cámara de Diputados sea regida por dos presidencias.
El pretexto sería agrupar en dos partes las funciones para las que siempre ha bastado un solo mando. Un reino que ahora tendría dos reyes con todo el costo que eso supone para el Presupuesto que sería modificado para beneficio de los modificadores. Pero para crear dos presidencias habría que partir también por el mismo medio y desastrosamente, a la Constitución que ellos mismos aprobaron apenas en el 2009.