El presidente Leonel Fernández se reunió con los empresarios del CONEP el día dos de este mes que llevaron el temario de sus intereses particulares, no una agenda-país, y el gobernante les complació alusivo al litoral de exoneración de combustibles para operar plantas.
Accedió el gobernante a que permanezcan al resguardo de la DGII el cobro del ITEBIS a las materias primas e indexar gradualmente los hidrocarburos por un año, anular la Ley de Competitividad e Innovación Industrial, en dos horas de diálogo blando, complaciente y débil.
Gravar aún con una indexación escalonada los combustibles, sobre todo el gasoil, traduce ipso facto una carestía en los alimentos que consumimos, que son irrigados con bombas de gasoil y transportados a los nichos de expendios con ese carburante, que ambos endosan al consumidor que es el pueblo. Silogismo inexorable, sin tutía.
Ese gravamen a los combustibles reportará al fisco unos RD$1,200 mm cuando el déficit trepa a RD$47 mil mm, conforme reporta Hacienda y Planificación, Economía y Desarrollo, mientras que el PRD asegura que se eleva a RD$78 mil millones, que no ha probado ni certificado aún.
La CEPAL ha certificado el crecimiento duplex de la economía RD cuando el PIB se modificó de US$21,582 mm a US$46,598 mm en seis años de mandato morado, revelación de control prudencial del Banco Central, auge del turismo como nunca antes pese a la crisis financiera planetaria, repunte de las zonas francas industriales y crecimiento del sector agropecuario reforzado por los invernaderos.
El FMI valoró el 04-08-10 el crecimiento de RD.
El socorrido criterio es que en vez de indexar combustibles, el presidente Leonel debe decantarse por reducir el gigantismo estatal, eliminar la locura de los subsidios y austerizar de verdad el aparato oficial, porque para el reto 2012, se sabe, es perogrullo, estriba en cómo esté la economía previa a los comicios de ese año.