Hoy 
UBI RIVAS
El reto hidroeléctrico es uno de los grandes desafíos que enfrenta el país desde hace mucho tiempo y tiene de frente al presidente Leonel Fernández para que inicie su programa altamente prioritario, yo diría que vital e inaplazable. Listín Diario del día tres del presente mes de mayo inserta una información de Yanet Beltré en la que edifica en lo concerniente a la hidroelectrificación que se propone la Corporación Dominicana de Empresas Eléctricas (CDEE).
Refiere ese trabajo periodístico muy útil, que desde que a principios de la década de los años 50ta. de la última centuria cuando se iniciaron los trabajos de construcción de las hidroeléctricas de Jimenoa, cuando este tributario del otrora río Yaque del Norte era un verdadero río, como éste último, hoy una esmirriada cloaca polucionada y nauseabunda, y que también incorporó a Constanza y Ocoa, apenas se produjeron 412 megas y que ahora se proyecta elevarlo a 706.80 megas, es decir, un poco menos de la mitad instalada hoy en esa variante de generación de electricidad.
Resulta que ese mismo día del trabajo de Listín, otro importante diario, El Caribe, reseñó en otro no menos impactante trabajo de la autoría del reportero Pancky Corcino, que el país enfrenta una desertificación del orden del 69%.
Panky Corcino, un talentoso periodista asiduo al trabajo, se hizo eco de un experticio de la cosecha de Cosme Bidó, que coordina el Plan de Acción para la Zona Fronteriza (PANFRO), difundido por la Secretaría de Medio Ambiente.
El informe no específica el área boscoso raquítica que aún nos resta, pero expertos en esa asignatura revelan coincidentemente que es de apenas un 8% del territorio nacional de 48 mil kilómetros cuadrados, cuando hace medio siglo era de un 35-40% y cuando el ingeniero Miguel Canela Lázaro y el doctor Juan Bautista Pérez Rancier formularon sus recomendaciones al presidente Horacio Vásquez, en 1926, de un trabajo pesquisitorio que realizaron en la Cuenca Alta de Yaque del Norte, el área bajo bosque era de un 75%.
En esa temprana época, estos dos notables y prestantes ciudadanos empezaron a percibir daños que estimaron alarmantes en la cuenca alta de Yaque del Norte, que desde siempre y hasta mediados de la década de los años 50ta. de la pasada centuria, fue el Nilo dominicano que en 1918 era navegables desde su desembocadura en las inmediaciones de Montecristi, hasta Mao, Valverde, en el buque Yaque, constituido en Montecristi por E. J. Peters y mister Huestis.
La hidroeléctricas es la generación de energía óptima y más económica, y la única que representa tres vertientes, generación, reguío y acueducto, pero para su implementación exitosa se requiere de una cobertura boscosa densa, con una supervisión eficiente, técnica, seria, para que el proyecto ambicioso no colapse, no se frustre y perdamos todos la partida.
El país, afortunadamente, dispone de un gobernante juicios, que sabe reflexionar y ponderar las opciones más convenientes para todos, y también de profesionales en la materia como Eleuterio Martínez, Merilio Morel, Marcos García Villamán, José Agustín Rodríguez, Vargasvila García Fortuna, José Isaías González, Guillermo Basilis, que conocen de la a, a la z el problema y podrían contribuir a la implementación de este gigante proyecto que podría resultar en el Sésamo Ábrete a reducir nuestra dependencia energética a base de crudos, como aspira el presidente Fernández y secunda el titular de Industria y Comercio, Francisco Javier García.
