Resulta innegable hasta para la oposición al gobierno del presidente Leonel Fernández los logros capturados tanto por el titular de Turismo, Francisco Javier García, como el de Agricultura, Chío Jiménez.

En mi particular apreciación conforme a recurrencias noticiosas divulgadas en los medios de comunicación, Francisco Javier ha expendido a nivel planetario, pero sobre todo en Europa, la referencia de nuestro país como un abanico atractivo para el turismo por la diversidad de bellezas.

La cadencia ascendente de producción agropecuaria y de turistas obligan al autor de esta entrega que estos dos ministros son los puntales económicos del presidente Leonel más las previsiones eficaces de Héctor Valdez Albizu en el Banco Central.

Empero, Turismo confronta los retos de acceso vial a los resorts, manejo y eliminación de arrabales en sus entornos y plantas de tratamiento de desechos, estrategia que asumo Francisco Javier amarra con Medio Ambiente, Obras Públicas e Interior y Policía.  El 16 del presente mes de marzo, el diario La Información de Santiago insertó una denuncia del empresario turístico montecristeño-santiaguense doctor Franz Joseph Thomén, en el sentido de que desaprensivos le han invadido 300 tareas con vocación turística alrededor del proyectado aeródromo Osvaldo Virgil, de la Ciudad del Dromedario Dormido, San Fernando de Montecristi, y eso en primer aspecto debe corregirse y en segundo, impedir que se repita en otros lugares.

Esas noticias negativas recorren el planeta en fracciones de segundos y afecta al turismo en captación de visitantes y a los inversores que recelan de abrir sus bolsillos cuando sus recursos peligran por permisibilidad estatal.

El presidente Leonel debe impedir que se lesione el turismo, uno de los soportes de la macroeconomía.