MARIO BONETTI
La actuación de bandidos asociales en la UASD, disfrazados con los más diversos disfraces grupales, proviene desde el primer lustro de la década de los años 70. Desde entonces se les viene tolerando en nombre de “la Revolución” o de la “izquierda”, por favor no se rían si les digo que de esos grupos partidistas se decía que ellos expresaban “la vanguardia” (¡) de la izquierda o de la “Revolución dominicana”.

Pero no es que las mal llamadas “autoridades” los vienen tolerando, sino que les tienen terror y no tienen todavía hoy ni los medios organizativos (cuerpos represivos de orden) ni el suficiente “material colgante” para reprimir la barbarie organizada en grupúsculos.

Ninguna de las autoridades de la Universidad se apersonó al lugar de la Biblioteca para darles apoyo a los asustados funcionarios de la Biblioteca y a los agolpeados empleados de la “seguridad”.

Y yo no creo, por experiencia, que los forajidos serán castigados debida y ejemplarmente por la violencia ejercida contra la institución.

Lo que veremos en la prensa será la noticia de que el Consejo Universitario se reunió regularmente y que el vandalismo del viernes 17 estaba en agenda de la sesión como un punto más a tratar y que se resolvió “amonestar” a este u otro “dirigente” grupal.

Todo el país como también la UASD necesita de la más drástica represión de la criminalidad que aterroriza la población como del retornado vandalismo en el campus.

Ahora tenemos operando en la UASD una delegación de las bandas criminales llamadas las “Naciones” que hasta donde yo sepa no ha sido reprimida con la drasticidad que amerita el caso. Esta banda de facinerosos emplea en el campus armas de fuego, cuchillos “sacahígados” y garrotes para hacerse temer y conseguir sus objetivos.

Por si el lector no lo sabía, lo enteró de que también se practican secuestro y violaciones sexuales a mujeres estudiantes en el mismo recinto de la Institución.

Una de las acepciones de la palabra “autoridad” autorictate) es la de: “derecho o poder de mandar” (Vox, Diccionario Actual de la Lengua Española) y también: “crédito y fama de que goza una persona en determinada materia (Julio Cáceres: Diccionario Ideológico, pág. 87).

Si de la primera acepción se deduce que quien no ejerce la autoridad en realidad no manda, de la segunda se deduce que para ejercer la autoridad se requiere del crédito de ser capaz de poder o querer hacer algo.

¿Coinciden esas acepciones con las llamadas autoridades nacionales (Gobierno) o con las autoridades de la UASD?.

Yo respondo que no, que esas acepciones no coinciden con lo que tenemos en el gobierno nacional y en la UASD, y digo también que en dominicana dejó de haber autoridad en todos los niveles a partir de la media noche del 30 de mayo del 1961.