Retorno de la Grenada

Retorno de la Grenada

El ingeniero agrónomo Juan Francisco Grullón, ex-administrador del Proyecto La Cruz-Manzanillo, declaró a los medios de comunicación el 26 de abril último, que ese proyecto está siendo desmantelado inmisericordemente.

Los 35 kilómetros de vías férreas están siendo desmantelados y vendidos por toneladas a especuladores exportadores. Se refiere el profesional al trayecto La Cruz-Manzanillo, donde las locomotoras de la antigua Grenada Company, subsidiaria de United Fruit, hoy United Brands, transportaban los racimos de guineos hasta el puerto de Manzanillo o Puerto Libertador, en el tope de la Línea Noroeste.

Las exportaciones de guineo han descendido en un 45% lo que traduce más de mil desempleos, en momentos de reelección del presidente Hipólito Mejía, que se presume ha debido detener todo este desbarajuste como jefe del Estado y como profesional de las ciencias agronómicas, conocedor profundo de todo lo que significa desmantelar La Cruz-Manzanillo y alimentar sus vías férreas.

La Grenada Company se estableció en el país en 1940 y configuró todo un complejo fabril agroindustrial modelo, pero cuando iniciaron las protestas y el albedrío sindical en 1962, alzó el vuelo, lo dejó todo intacto y no ha regresado más.

En el momento en que se le permita regresar, sea por arrendamiento de 20, 30, 40 ó 50 años, o bien sea por venta conforme a una tasación de los terrenos, pagadero con cuotas no onerosas por un tiempo convenido.

Es claro que el proyecto La Cruz-Manzanillo no ha funcionado nunca como en los tiempos de oro y añorados de la Grenada Company, donde todos percibían un salario decente y los ejecutivos vivían en El Cerro de Manzanillo a cuerpo de rey, con salarios de varios centenares de RD$, cuando el salario mínimo eran $60, duplicado en 1978 por el inolvidable presidente Antonio Guzmán, el gobernante que más ha preocupado por los agricultores y los infelices de este desdichado país.

Fue un lapsus del presidente Guzmán no ofertar a la Grenada retornar al país con algún tipo de concesión de las 65 mil tareas de tierra que explotaba con el ritmo referencial alto «made in USA», como ejecuta Central Romana con sus zafras impresionantes, altas, en tiempo record, como acaba de realizar recién en estos días que la prensa edificó al país.

También del presidente Joaquín Balaguer que en 22 años no logró cuajar un retorno de la prosperidad perdida en los ámbitos de la Grenada Companny, adjudicando el entonces titular de Agricultura, Fernando Alvarez Bogaert (1966-1970) un contrato de explotación a la empresa norteamericana Nebraska, CXA, que colapsó.

La planta de puré de guineo, nutrida por los rechazos, coyuntura de la que se valió por un mágico ardid un orondo banquero de hoy en conexión con el jefe de los colonos de la Grenada, mister Breck, fue la primer que nunca debió permitirse no operar, porque suplía el producto a las grandes agroindustrias norteamericanas, la Gerber principal, para elaborar compota.

El doctor Leonel Fernández, que ganará los comicios de mayo 16 venidero con un 57%, deberá desde ya aproximarse a los jerarcas de la United Brands para cuestionar un acuerdo para que la Grenada retorne a Manzanillo a explotar el guineo y absorba la deficiencia crónica de desempleo que agarrota esa depauperada zona, que no se ha recuperado, a 44 años, de la marcha de la Grenada.

Hoy, Manzanillo es un antro de tráfico de sustancias prohibidas, alternativa de muchos de sus moradores para sobrevivir, ante la ausencia de respuesta de todos los gobiernos que hemos tenido a partir del 3 de mayo de 1961.

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