Retos  del  presente

Retos  del  presente

El estudio sobre los retos de la economía dominicana que dio a conocer el Consejo  de la Empresa Privada (Conep) contiene apreciaciones y cifras que aun sin ser  de plena novedad  deberían interesar al gobierno y  a la sociedad. En este momento de  altos costos de petróleo y alimentos,   el país tendrá que enfrentar sus dificultades  con  acciones urgentes   y creativas. Y gobernantes y gobernados deberán  someterse a  un plan de  austeridad y de correctivos  que  permitan hacer más competitiva y productiva a la economía, aunque parezca un objetivo demasiado difícil.

Entre los problemas  apremiantes  figura la permanencia  del subsidio a la generación eléctrica  que en este año alcanzaría los 1,300 millones de dólares para equilibrar el sistema  que solo obtiene ingresos por el 50% de la electricidad que produce. Lastrado por esta distorsión, el Estado es pobre en recursos para otras obligaciones sin que por ello logre que los  costos de la energía para quienes la pagan sean menores. Es hora de reducir sustancialmente las pérdidas por distribución, para lo cual ya ayer el gobierno anunció una focalización del subsidio a familias  pobres bajo el sistema de tarjetas. Además, regionalizará  la gestión de cobro para que resulte más efectiva. Es urgente también impulsar con presteza el uso de carbón para generar electricidad y atenuar  el impacto del petróleo.

A qué atenerse con la leche
La Universidad Autónoma de Santo Domingo  reafirmó con uso de sus  laboratorios  que por lo menos una parte de la leche servida en el Programa de Desayuno Escolar no llenaba  requisitos de calidad y nutrición establecidos, por lo que  la Secretaría de Educación  tendría que explicar el porqué los análisis s de la Casa de Estudios contradicen los datos en que esa cartera  ha defendido  el suministro del lácteo.

Algo más; la leche para escolares procede de empresas que abastecen al mercado nacional con extendida presencia en comercios de toda la geografía. No se sabe de ninguna queja ni se ha formulado públicamente ninguna insatisfacción  sobre estos productos, pero resultaría muy oportuno que la Secretaría de Salud Pública  haga con la leche de consumo general lo que debería hacer siempre: tomar muestras periódicas y certificar los valores nutricionales y de  pureza que el profano consumidor solo puede suponer.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas