Retozando con las expectativas ciudadanas

Retozando con las expectativas ciudadanas

No sabemos si las instancias de poder de la nación – gobierno y sector privado – ponderan con la seriedad debida la magnitud actual y potencial del malestar económico y social que nos amenaza; o, si guiados por la preservación de intereses inmediatos, sin medir consecuencias futuras, caen víctima del retozo con intenciones mediáticas de manipular percepciones intentando adormecer la ciudadanía previamente alentada con expectativas.

La reciente reunión entre gobierno y empresarios para discutir pretensiones tributarias del gobierno y afrontar el déficit fiscal que nos amenaza, constituye un laboratorio de estudio sobre el retozo con las expectativas ciudadanas si se limita a lo tratado.

Constituye un retozo que las autoridades propongan una nueva ley para aplicar la indexación que una ley anterior mandaba y ellos no aplicaron; a menos que lo propuesto contenga intenciones ocultas en cuyo caso se estaría retozando con la ciudadanía, cuando no subestimando o abusando de su inteligencia.

Constituyó un retozo de las autoridades intentar revertir los incentivos fiscales que ellos instituyeron  recientemente con la intención de alentar la competitividad y el emprendimiento de iniciativas económicas para beneficio nacional.

Fue un retozo burocrático entretenerse con la discusión de qué organismo debe fijar precios de  combustibles cuando estamos pasados de tiempo y circunstancias en dejar esta tarea a la competencia, sobre todo por la introducción al mercado de nuevos combustibles no contemplados en la ley de hidrocarburos

Sería una burla si todo se quedara ahí y se omitieran temas obligatorios en un esfuerzo serio para equilibrar las finanzas públicas después de haber forjado expectativas ciudadanas con determinados pronunciamientos empresariales.

Tal sería el caso si se siguiera aceptando pasivamente los niveles y calidad del gasto presentes y no se abordara reducir las cargas fijas, burocracia y publicidad divorciada de servicios a prestar por entidades públicas, especialmente aquellas que fomentan el culto a la personalidad.

Disciplinados los gastos se podría prescindir de nuevos endeudamientos y renegociar pagos de los actuales. Habría burla si no se reducen costos de compra de energía a generadores que la facturan muy cara, generando subsidios encubridores de ineficiencias y privilegios. Y si no se reducen subsidios sociales estimuladores de ocio y dependencia, inhibidoras de la capacidad de emprendimiento; si no se equilibran geográficamente inversiones públicas; si no se eliminan exenciones concedidas a combustibles administrativamente para complacer transportistas afines al gobierno y si no se universalizan tributos para que el sistema sea justo y equitativo. Solo así, las instancias de poder de la nación estarían emitiéndole señales a la ciudadanía que no están retozando con sus expectativas; evitando con ello reacciones imprevisibles.

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