La primera etapa del proyecto Nuevo Domingo Savio, anunciado por el presidente Danilo Medina el 27 de Febrero de 2017 como una de las acciones con miras a sanear el río Ozama, debió terminar a finales del año pasado con la desocupación de al menos 1,200 familias más cercanas a la margen del río Ozama.
Sin embargo, a poco más de seis meses de 2019, solo del barrio Los Guandules han sido desocupadas 600 familias, pero ninguna del sector La Ciénaga, pero la Unidad para la Reubicación de La Barquita y Entorno (URBE) a cargo de la obra, no ofrece explicación sobre retrasos, a pesar de la insistencia de este diario desde hace varias semanas.
El retraso en las labores mantiene bajo incertidumbre a cientos de familias de los barrios Los Guandules y La Ciénaga que han sido censadas, muchas de las cuales no han llegado a acuerdo con URBE sobre el monto a recibir por sus propiedades.
Tomás Aquino Pérez, de la junta de vecinos, define como inhumano el proceso de desarraigo en Los Guandules, ya que a las familias se les entrega dinero para que abandonen sus hogares, contrario al proyecto original que contemplaba reubicación en lugares dignos.
Además, deplora el hecho de que la cantidad de recursos que ofrecen a propietarios e inquilinos no alcanzan para que los afectados obtenga un techo en un lugar digno.
Estima que Urbe no toma en cuenta el sacrificio de muchos para levantar una vivienda o establecer un establecimiento comercial, y si el propietario no vive en el lugar prácticamente lo dejan en la calle.
En el caso de los inquilinos, dice, entregan una indemnización de acuerdo al valor del techo, por lo que en su gran mayoría se han trasladado a lugares con mayor vulnerabilidades en las afueras de Santo Domingo.

La franja más próxima al río Ozama, desde el puente Francisco del Rosario Sánchez hasta la Parada de Yolas, está prácticamente desocupada y se observan grandes cantidades de escombros y basura en la zona. Son observadas algunas viviendas paradas en esa zona, porque URBE las dejó para que sus propietarios las tumben, “de lo contrario, las autoridades les darán hacia abajo”. Maritza Marmolejo, una de las propietarias de cientos de viviendas censadas para ser derribadas, narra que todavía no ha llegado a acuerdo con URBE debido a que esta ofrece 1.5 millones de pesos, que no alcanzarían para otra igual en ningún lugar de Santo Domingo.
Félix Quiroz, coordinador del Consejo de Organizaciones de Fe y Base Comunitaria, considera que el proyecto Domingo Savio no está paralizado, ya que en el caso de La Ciénaga se está en contacto con la gente que ya han sido censadas.
Precisa que a cada una de las familias que habitan en la zona a ser intervenida se presentó la valorización de su vivienda, por lo que el 90% de los censados ya firmó el contrato de desocupación.
En Presupuesto
En el Presupuesto Nacional del año pasado fueron consignados RD$2000 millones para la primera parte del proyecto, que contemplaba desocupar a 1,400 familias que habitan más próximo al río Ozama antes que entrara el 2019. Para el proyecto en su totalidad se proyectó una inversión de RD$4,000 mil millones. El tiempo avanza y los trabajos marchan a paso lento. Ha habido mucha resistencia en la zona.