Las notas musicales del merengue dominicano “Papá Bocó”, de Manuel Sánchez Acosta, sirvieron de preámbulo a lo que sería un concierto maravilloso que tuvo como protagonista a Pengbian Sang y su grupo Retro Jazz. No bien había concluido este tema instrumental cuando surgieron los primeros ¡Bravo! que se escucharon durante las dos horas del “Concierto de otoño”, realizado el viernes en el Palacio de Bellas Artes.
El público adulto-joven que se dio cita conoce la trayectoria de Pengbian y el impecable e interesante trabajo que ha hecho para llenar de nuevos colores y ritmos temas del cancionero popular dominicano. Este proyecto es una fórmula perfecta para acercar los clásicos a las nuevas generaciones.
Los dieciocho temas que conformaron el repertorio fueron magistralmente orquestados a ritmo de jazz. El trabajo que hizo cada músico fue destacable y más que notoria fue la química existente en ellos. ¿Y qué decir de su vocalista? Nairoby Duarte es una joven cantante que con su voz prodigiosa y melodiosa envolvió a los presentes en cada interpretación. Ejemplo de ello fueron las veces que la audiencia se paró para aplaudir su trabajo y el de la banda.
Llevar al jazz la bachata “Pena”, de Luis Segura, fue un experimento osado que hizo que el público se entusiasmara. Así sucedió con “Dile”, “Devórame otra vez”, “Confundido”, “Derroche”, “Hasta que me olvides”, “Amor narcótico”, “¿Dónde podré gritar que te quiero?” y “Atada a tu volcán”. Un momento de intimidad fue con las letras de “Siña Juanica”.
El pianista Álvaro Dinzey también ganó aplausos con “El negro feliz” y el percusionista EdgarMolina cuando rapeó en “¿Dónde podré gritar que te quiero?”.
En sus aguas. Pengbian cumplió lo que prometió y entregó un concierto de calidad. En sus intervención, muchas de ellas salpicadas de humor, agradeció el apoyo recibido. El final lo reservaron a “El guardia del arsenal”. El público los despidió satisfecho entre vítores y aplausos.