Retrospectiva  de Fdo. Peña Defilló

Retrospectiva  de Fdo. Peña Defilló

Hasta el domingo 17 de julio, en los amplios y nítidos espacios del segundo nivel del Museo de Arte Moderno, permanecerá  abierta la exposición  titulada “Fernando Peña Defilló/Real Imaginario”, fascinante visión retrospectiva que se constituye en verdadero acontecimiento artístico y cultural, permitiéndonos confrontar nuevamente una serie de obras paradigmáticas que resultan de una ardua, fructífera y ejemplar trayectoria creativa que traspasa las últimas cinco décadas.

Partiendo de los fondos del MAM, de la colección del Centro León Jimenes, de las colecciones particulares de Cándido Gerón, Carlos Torres y Pilar Pellerano, más una serie de pinturas inéditas propiedad del mismo artista, “Fernando Peña Defilló/Real Imaginario” es una propuesta curatorial que admite una potencialidad de trascendencia insoslayable, desplegándose y funcionando en todo su esplendor sobre una rigurosa selección de 53 obras (pinturas y dibujos), entre las cuales destacan trabajos fundamentales de su vasta producción.

Entre las obras más importantes, destacan las tituladas “Pintura” (1963), “Principio” (1966), “Cuerpo Presente” (1971), “Mitología Criolla” (1973), “Sobre la Materia y el Espíritu” (1977), “Homenaje a García Lorca”(1974), “La Señal” (1979), “Retrato de Pilar (1982), “Anima Mundi” (1992), “El Manto de la Noche” (1998), “El Primer Día” (2005), Madre Tierra (2008)“ y La Alegría de Ser”(2010). Así, el magistral cuerpo expositivo opera también proclamando la búsqueda de un “equilibrio afanoso” entre los cinco ejes de contenido o componentes estilísticos que lo conforman.

Los signos identitarios   Cargada de referencias mitológicas, existenciales, filosóficas, telúricas y metafísicas, la obra pictórica de Fernando Peña Defilló se nos revela tan  universal en su formulación estética, estructura formal e intensidad de contenidos objetivos, como latinoamericana, caribeña y dominicana por sus profundas referencias culturales, su especializada materialización de la luz, el espacio imaginario y el sentido de la tierra, así como por su signo ideológico radicalmente identitario.

El legado transcendente de lo informal Durante su estancia europea (1951-1963), Peña Defilló comparte con los informalistas españoles Luís Feito, Rafael Canogar, Manuel Millares y Martín Chirino, fundadores del grupo “El Paso”(1957), siendo reconocido por Carlos Areán como uno de los primeros pintores abstractos hispanoamericanos en exponer su obra en Europa y como pionero de la abstracción latinoamericana, junto al uruguayo Joaquín Torres García (1874-1949), el ítalo-argentino Juan Del Prete (1897-1987) y el colombiano Marco Ospina Restrepo (1912-1983).

Imaginario de lo real   “Sus cuadros son penetrados de una luz de suaves tonos combinados, resaltando, como ya hemos señalado, los rojos, verdes, azules, amarillos, ocres, violetas, blancos, grises y negros…Aún cuando Fernando Peña Defilló aborda su serie “Paisajes de mi interior” lo que explora es la belleza y la fantasía que representa América Latina. El mar, la flora y  los paraísos ecológicos, bullen en la mente del artista convirtiéndose en una vorágine de metáforas”…(Cándido Gerón, 2011).

Transmigraciones del espíritu en la materia  La obra global de Fernando Peña Defilló se caracteriza por una intensa reflexión sobre la Materia y el Espíritu y sobre las complejas relaciones entre práctica artística, espacio sociocultural y naturaleza. Se trata de una obra sumamente personal que resulta de una constante disposición hacia la espiritualidad y la experimentación estética. “Entre la mirada y la acción encuentro la verdad o la mentira… El mundo es verde, la vida roja y la muerte blanca. El azul es mentira… No estoy solo, nunca lo he estado. Me acompañan ángeles y demonios que me mantienen alerta todo el tiempo; recibo sus mensajes, que acepto o rechazo con la ayuda de mi conciencia”…

VIRGENES DEL CARIBE

A esta serie reciente de “Vírgenes del Caribe”, también podríamos llamarles “Vírgenes Polisintéticas”, pues forman un conjunto de imágenes “marianas” que nos revelan la admiración de Peña Defilló por la madre de Jesucristo (fuente de inspiración  inagotable) al mismo tiempo  que proclaman el triunfo de la imaginación y lo visual en el caso de un artista constantemente volcado hacia la introspección, el autocuestionamiento y  las “contaminaciones espirituales”.

En síntesis

Fernando Peña Defilló

Nace en Santo Domingo en 1928,  hijo del escritor, historiador, político y diplomático Manuel Arturo Peña Batlle y de Carmelita Defilló Sanz, prima del célebre músico catalán Pablo Casals Defilló. En 1949, a los 21 años de edad, ingresa en la Escuela Nacional de Bellas Artes bajo la orientación directa del artista catalán Joseph Gausachs, uno de los maestros más influyentes en el arte dominicano de la modernidad.

En 1951, continúa sus estudios en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid, al mismo tiempo que toma clases regulares en el taller del célebre pintor español Daniel Vásquez  Díaz. En 1953 presenta su primera muestra individual en la galería Abril de Madrid. En 1957 presenta su 4ta. Exposición Individual en la Galería Buchholz de Madrid. Viaja por el Mediterráneo, África del Norte, Italia, Grecia, Suiza, Alemania, Dinamarca, Noruega y Suecia. Entre 1959-61 permanece en Londres, Inglaterra, donde conoce a Francis Bacon. Posteriormente se establece en París hasta su retorno a Santo Domingo (1963).

En 1964 obtiene el Premio Esso y en 1966 el Segundo Premio de Pintura  del II Concurso de Arte Eduardo León Jimenes con su obra “Principio”. En 1967 recibe Premio de Pintura en la tercera edición de dicho certamen por su obra “Contrapunto”. En 1968 funda el “Grupo Proyecta”. Entre 1967-1974 desarrolla una intensa  labor crítica en el suplemento sabatino de El Caribe. En el 2010, el Ministerio de Cultura de la República Dominicana le concede el Premio Nacional de Artes Plásticas. Desde hace más de dos décadas vive en Jarabacoa.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas