Retumban tambores del fracaso

Retumban tambores del fracaso

FABIO R. HERRERA-MINIÑO
Los estrategas de la oposición política al PLD, que avanza raudo hacia una victoria en las elecciones, que se celebrarán dentro de siete semanas, están confundidos por la conducta de la ciudadanía, ya que no entienden cómo prefiere continuar con una administración, que según ellos, solo les ha aumentado el desempleo, el costo de la canasta familiar, alimentar la inseguridad en las calles y exhibir una corrupción sin ninguna vergüenza.

Los principales mentores políticos de la oposición se encuentran confundidos por esa conducta de respaldo a una administración, cuyo aval más importante ha sido el rescatar de las ruinas a la economía y devolverle de nuevo todo el respaldo internacional que se afianzó con la celebración de la XX Cumbre de Río por la destacada participación del presidente Leonel Fernández.

De ahí que hayan sonado los tambores del fracaso, por el rumor del propósito de la oposición política de hacer un boicot a las elecciones, absteniéndose de participar bajo el pretexto de que el gobierno peledeísta está utilizando descaradamente los recursos del Estado para desmembrar a la oposición y atraerse los adeptos más disímiles, algunos de los cuales con trayectorias muy oscuras por acciones del pasado, y este es un país muy pequeño y aquí nos conocemos todos, como dijera un alto prelado católico al referirse al presidente del PRD por sus deslenguadas acusaciones.

La abstención electoral, por parte de la oposición, reeditaría aquella ocasión de 1974 cuando el Acuerdo de Santiago se retiró para darle paso libre a una reelección del doctor  Balaguer, que tuvo la suerte de verse avalado por la participación de un pequeño partido liderado por un antiguo jefe naval, que cumplió con su misión de legitimar unos comicios con una notable abstención.

La situación actual de promover una abstención resultaría contraproducente para algunas entidades políticas, que las llevaría al desvanecimiento definitivo. Solo les quedaría como recurso acudir a la agitación y las protestas cívicas dizque para denunciar a un gobierno despótico y desvergonzado al utilizar descaradamente los recursos públicos.

Políticamente tal proceder, frente a opinión pública internacional, resultaría muy lastimosa. Los políticos quedarían al desnudo ante el mundo, exhibiendo su inmadurez, incapacidades y su cretinismo mental. Hasta ahora los políticos exhiben una desmesurada ambición por administrar recursos políticos. De ahí la pobre calidad de esta campaña que se desenvuelve en base a música, desfiles y acusaciones contra el opositor para pretender ganar el poder, sin ofrecer nada positivo que convenza al votante de que los que nos gobiernan son muy malos, y que ellos, son mejores. Hasta ahora no han podido llegar a la conciencia ciudadana, como demuestran las encuestas de confianza que se efectúan continuamente en respaldo al PLD.

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