Por ALTAGRACIA ORTIZ
Sesenta y cinco familias que viven en los alrededores del Hospital de Los Alcarrizos comenzaron ayer a ser reubicadas en un proyecto habitacional construido por el Instituto Nacional de la Vivienda (Invi).

La entrega de las viviendas forma parte del esfuerzo oficial por terminar los detalles y entregar el centro de salud a la comunidad que lleva más de 12 años a la espera.

Los moradores de Los Alcarrizos eran ayudados por empleados del Invi y de  Salud Pública y militares a recoger sus pertenencias y a desarmar sus casitas.

Las 65 familias comenzaron ayer a recibir las llaves de 45 apartamentos construidos por el Invi, además de otras 20 casas pequeñas, pero con lo indispensable.

Aunque es muy poco frecuente en tareas de reubicación y desalojo, la gente de la comunidad colaboraba con cada una de las tareas y tanto autoridades como vecinos empujaban hacia el mismo lado.

Sin embargo, vecinos que vivían como inquilinos en algunas de las casas destruidas ayer se quejaban de que a ellos  las autoridades no les habían entregado apartamentos ni casitas.

En el área en que están las casas de vecinos al hospital, ahora serán construidas casetas para las plantas eléctricas del hospital, el parqueo para médicos, personal y visitantes y el área de cisterna.

Son tantos los años que lleva Los Alcarrizos a la espera de ese hospital que ayer los vecinos al moderno centro accedieron gustosos a ser trasladados a apartamentos que tienen mejores condiciones que sus maltrechas viviendas.

El doctor Félix Medina, encargado de la Coordinación de Salud Pública con ese centro, se mostró esperanzado de que esa comunidad pueda tener ese hospital en los próximos tres meses.

De hecho, dijo, ya fue nombrado el doctor Español Yapor, quien estará al frente del nuevo hospital. Sin embargo, aunque el hospital está siendo equipados y todo su mobiliario está dentro, el proyecto podría tomarse más de tres meses en concluir.

Se informó que las autoridades de Salud Pública ya están seleccionando el personal que laborará allí. Se trata de un hospital de más de 240 camas, una infraestructura que necesita personal especializado y técnicos capacitados, se informó. El costo de ese centro sobrepasó los US$17.0 millones y enfrentó a contratistas dominicanos y belgas, pero al parecer el Gobierno está fuera de la litis judicial que mantienen sus contratistas.

Ayer el ingeniero Fernando Crisóstomo, uno de los encargados de la contrapartida dominicana, daba toques para la reubicación de las familias.

Las 65 familias que viven en los linderos del centro de salud se habían constituido en un obstáculo para la próxima inauguración del hospital que es de las prioridades del  Gobierno para los próximos meses, se informó. También se ha planificado la entrega del Hospital Juan Bosch, en El Pino, La Vega, la terminación de áreas importante del hospital Cabral y Báez, de Santiago y el Darío Contreras.