¿Reunificación o alianza con PLD?

¿Reunificación o alianza con PLD?

VÍCTOR GÓMEZ CASANOVA
Desde la conformación del frente patriótico de 1996, el PRSC empezó a debatirse entre funcionarios y amigos del gobierno de Leonel Fernández, que apostaban a la debacle del partido colorao por las limitaciones físicas y pocas probabilidades de retorno del presidente Balaguer. Desde ese entonces se inicia la interrogante ¿me voy con el beneficiario del apoyo recibido, o me quedo a fortalecer y preparar la organización para cuando el líder ya no esté?

Hay quienes para las elecciones del 2000, no obstante ser Balaguer el candidato del PRSC, al no creerle posibilidades, y al no haber tenido cabida en la nómina oficial o ser beneficiarios del gobierno 1996-2000, apostaron al PRD y apoyaron a Hipólito Mejía, luego se vería quienes eran, gracias a los decretos y beneficios recibidos, aunque muchos de estos personajes pactaron posteriormente en el 2004 y en el 2006 con Leonel Fernández y el PLD. Esto sin mencionar las experiencias de las elecciones congresuales y municipales de los años 98 y 2002.

Aunque no fue sino hasta después de la crisis generada en las primarias para escoger al candidato presidencial del PRSC el 30 de marzo del año 2003, cuando se “oficializó” el apoyo de connotadas figuras ligadas al reformismo y al balaguerismo durante décadas, a la candidatura presidencial del PLD, hacía años que el apoyo de llamados reformistas se estaba gestando y desviando hacia Leonel Fernández y su organización.

Al ganar Leonel Fernández las presidenciales del 2004, al igual que como ocurrió con el gobierno del PRD 2000-2004, los decretos y beneficios para unos cuantos empezaron a verse, era el pago de compensación a los servicios prestados por haber ganado las elecciones del 16 de mayo del 2004.

Ante este cuadro de incoherencias y vaivenes de realidades políticas, hay un solo perjudicado, el que más ha sufrido todo esto, no es un ser humano ni un político en particular, han sido miles de personas que conforman una organización llamada Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), y ¿por qué? porque nunca se han enfrentado estas realidades, no se hizo en el 96, ni en el 98, tampoco en el 2000 ni en el 2002. No hemos sido capaces de unir criterios para enfrentar a quienes han traicionado, no hemos sido capaces de evitar el contacto con quienes carcomen nuestra estructura interna para debilitarnos y fortalecer a nuestros adversarios, mientras nos quedamos de brazos cruzados permitiéndolo, o en el peor de los casos, los ayudamos a hacerlo.

El PRSC debe tomar una decisión clara, firme y decidida, o hacemos oposición o “reunificamos el Partido” como algunos llaman la alianza que quieren que hagamos con el Gobierno para apoyar la reelección presidencial de Leonel Fernández, pero si seguimos con la incoherencia y los vaivenes, estaríamos condenados al fracaso. La disyuntiva no es qué hacer, sino que lo hagamos todos juntos, porque si la decisión la tomamos en conjunto, aunque sea errada, se vería acertada, pero mientras sigamos unos con un criterio y otros con otro, no habrá nada positivo para la organización.

Para nadie es un secreto que el liderazgo de Danilo Medina controla las estructuras internas del PLD, y esa realidad es una amenaza para las aspiraciones reeleccionistas del grupo cercano a Leonel Fernández, ¿y es que acaso no se entiende que el interés en “reunificar” el PRSC no es más que en caso de que se le cierren las puertas a la reelección en el PLD y las encuestas le sigan favoreciendo individualmente, poder transitar ese camino por el PRSC? Esa es la “reunificación” que piden nuestros amigos.

Ahora bien, el tema va más allá de lo que podamos opinar a nivel de la dirección del partido, la pregunta de que hacer, a quienes hay que hacérsela es a los dirigentes medios del PRSC, a los que fueron candidatos en este pasado proceso, teniendo que soportar la tentación de la compra de conciencias de sus compatriotas por necesidades humanas, los que tuvieron que lidiar y enfrentar el zinc, el cemento, la tarjeta solidaridad, las ayudas, y todas las herramientas que desde el Gobierno utilizaron para frenar el éxito de las aspiraciones de todos esos compatriotas que demostraron ser los mejores, que demostraron que no se venden, que no se rinden, que no tienen precio, que son verdaderos líderes leales a su partido y a la memoria de Joaquín Balaguer.

¿Estaría dispuesto Orlando Tejeda, candidato a senador del PRSC en Peravia a reunificarse con Vianela Bello de Pool, la candidata a síndico de Baní que renunció para apoyar al PLD 10 días antes de las elecciones? ¿Estaría dispuesto Carlos Troche, candidato a síndico del PRSC en Puerto Plata a reunificarse con Walter Musa, quien se fue como candidato a síndico del PLD? ¿Estaría dispuesto Jhonny Jones a reunificarse con Alexandra Izquierdo? Así hay cientos y miles de casos a nivel nacional.

Habría que preguntarle también a los señores Amable Aristy Castro, Eduardo Estrella, José Enrique Sued, Luis Toral y José Hazim Frappier, quienes se perfilan como nuestros candidatos presidenciales para el 2008. Ellos deberían de pronunciarse con respecto a este tema y que sus actitudes sean coherentes con sus pronunciamientos, porque al final de cuentas es a uno de ellos a quien le tocará la oportunidad de competir con el PRSC “reunificado” sobre la base de una alianza con el Gobierno del PLD, o competir con un PRSC sincero, leal y verdadero, que no actúa por coyuntura ni intereses personales, sino por principios. Ellos tienen que decidir si quieren competir con un PRSC unido en torno a uno de ellos o “reunificado” en torno a un peledeísta.

Por último, quisiera significar que no pensamos volver a referirnos más públicamente a este tema, nuestra posición ha sido clara desde hace años con respecto al mismo y es sencilla: si quieren “reunificar” al PRSC para seguir como funcionarios del gobierno del PLD y llevar a Leonel Fernández como candidato presidencial del PRSC en el 2008, allá quienes quieran caer en ese gancho; si por el contrario, deciden abandonar sus cargos públicos, pedir excusas públicas por el daño causado, venir a hacer oposición, enfrentar las malas acciones del presente Gobierno, reorganizarnos, fortalecernos y buscar el poder en el 2008 con un candidato de raíces reformistas, ¡bienvenidos sean todos!

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