Hoy 
Los días 12 y 13 de la pasada semana se llevó a cabo en La Habana, Cuba, un evento regional de los representantes de los grupos nacionales de América Central y del Caribe de apoyo a la posición argentina de su soberanía de las islas Malvinas, Georgias del Sur y Sandwich del Sur, y en rechazo a la posición británica de sustentar una ocupación definitiva de las islas, sin aceptar negociaciones.
La reunión fue rica por la participación de los representantes de cada grupo, formado por notables intelectuales, diplomáticos y políticos de Cuba, Costa Rica, El Salvador, Nicaragua, Guatemala, Honduras, Jamaica, Trinidad y Tobago, Haití, Panamá, Guyana y República Dominicana representada por el embajador Jesús María Hernández y quien escribe, que formamos parte del grupo dominicano.
La valiosa participación de un funcionario del gobierno argentino, que hizo un relato histórico de la cuestión Malvinas, ilustrando ampliamente a los delegados, que de esa manera tuvimos un panorama al día de cómo el gobierno inglés se ha cerrado a banda, pese a las numerosas resoluciones de las Naciones Unidas que ordenan la celebración de negociaciones, para llegar a un entendimiento de unos territorios ubicados a menos de 400 kilómetros de la costa argentina y están siendo ocupados por una nación a 14 mil kilómetros de distancia.
Durante el invierno austral argentino de 1974, y a finales de junio, un representante inglés se entrevistó con el enfermo presidente argentino Juan Domingo Perón, que moriría al mes siguiente y eventualmente llegaron a un acuerdo preliminar de soberanía compartida, mediante el cual Argentina gobernaría las islas durante dos años e Inglaterra lo haría por un período similar. La muerte de Perón frustró el acuerdo, que aparentemente ambas partes habían aceptado. Pero en 1982, la feroz dictadura militar argentina, en vista de su impopularidad y repudio del pueblo, decidió lanzar un ataque y ocupación de las islas con el resultado posterior de una humillante derrota para Argentina, que todavía a 31 años es una herida que ha quedado en el cuerpo de la nación porteña.
Durante el encuentro habanero de los grupos de solidaridad centroamericanos y del Caribe con la cuestión Malvinas, la posición de los delegados fue muy firme en su apoyo a la causa argentina, los cuales reiteraron su convicción que solo mediante el diálogo se llegaría a un acuerdo que permitiría que los argentinos lograran su derecho de dirigir el destino de esos pequeños territorios del Atlántico sur con las perspectivas de ricos yacimientos de petróleo en su plataforma marina, lo cual le corresponde a los argentinos.
La reunión nos permitió a los delegados dominicanos compartir las inquietudes acerca del tema y de lo que se lleva a cabo en nuestros países, enfocados especialmente en el campo de la divulgación mediante conferencias y artículos en la prensa de cada país.
El énfasis de la reunión fue el respaldo a la posición argentina de encontrar una salida pacífica y negociada en la disputa de soberanía con el Reino Unido de Gran Bretaña e Irlanda del Norte, mostrando el sentir de la sociedad civil de los países de América Central y el Caribe.
La reafirmación de los participantes es que se trata de un caso de soberanía y no verlo como un caso aislado de descolonización, ya que los británicos enfatizan su posición de asumir una soberanía de las islas sin darle cabida al derecho natural que le pertenece al pueblo argentino de unos territorios ubicados en las cercanías de sus costas.
En definitiva, la reunión habanera fue muy provechosa, contribuyendo a reafirmar la buena voluntad de los delegados, miembros de los comités nacionales de apoyo a la cuestión Malvinas, de fortalecer sus luchas y acciones, que contribuyan, poco a poco, a fomentar un ambiente de negociación, que empuje al gobierno inglés a obedecer las resoluciones emanadas de las Naciones Unidas, y al mismo tiempo, darse cuenta del repudio hemisférico a su intransigencia de no negociar lo que le pertenece a una nación soberana.
