Washington. Los huracanes que devastaron partes del Caribe y los terremotos que causaron muertes en México ,ocuparon hoy un lugar central en la apertura de la 29ª Conferencia Sanitaria Panamericana de la Organización Panamericana de la Salud (OPS), que reúne hasta el viernes en Washington, DC, a los ministros y altas autoridades de Salud de las Américas.
La directora de la OPS, Carissa F. Etienne, habló a los ministros de los países afectados, expresando «sentidas condolencias con ocasión de las muertes y heridos, la devastación y destrucción total, la dislocación extensa y el trauma psicológico resultante de los huracanes Harvey, Irma, José y María».
También se dirigió al pueblo de México, al señalar que «extendemos nuestras más profundas condolencias con respecto a la tremenda pérdida de vidas y el extenso daño resultante de dos poderosos terremotos que impactaron a su país”.
«Nos comprometemos a trabajar con todos ustedes para asegurar el rápido restablecimiento y el funcionamiento efectivo de sus sistemas de salud. Las pérdidas económicas resultantes de estos desastres, incluyendo sus impactos físicos directos, serán astronómicas. La reconstrucción será larga y difícil para todos los afectados, pero particularmente para los pequeños Estados insulares en desarrollo, para los pobres y para las personas que viven en condiciones de vulnerabilidad», afirmó Etienne al dirigirse a los delegados que asisten a la conferencia.
El nuevo director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, hizo eco de esas preocupaciones en su discurso de apertura a los ministros de salud. «Estos huracanes son un trágico recordatorio de que el clima de nuestro mundo está cambiando, con efectos devastadores en la salud. Es un recordatorio oportuno, si necesitábamos uno, de que debemos tomar medidas tanto para mitigar como para adaptarnos a los efectos del cambio climático en la salud», aseveró.
Tedros dijo que la OMS estaba dedicando esfuerzos especiales en este respecto para apoyar “a los pequeños Estados insulares en desarrollo, que son los menos responsables del cambio climático, pero los más en riesgo».
Price también manifestó que «hay una gran disparidad de preparación entre los países que hay que abordar: el costo humano de los brotes de enfermedades puede aumentar tan rápidamente, tan innecesariamente, cuando los países no tienen capacidad para responder».
Asimismo, indicó que “la seguridad sanitaria es una prioridad” en su agenda, que «la OPS tiene un papel importante que desempeñar en la seguridad sanitaria mundial”, y que espera que el Departamento de Salud y Servicios Humanos (HHS) de su país “trabaje con la OPS y todos los Estados miembros en estos esfuerzos».