FERNANDO RODRÍGUEZ C. 
FERNANDO RODRIGUEZ C.
No obstante a que el motivo original de las reuniones entre el presidente de la República, Luis Abinader y los expresidentes Hipólito Mejía, Leonel Fernández y Danilo Medina fue para tratar la crisis haitiana y sus implicaciones en nuestro país, los encuentros individuales han devenido en conversaciones de Estado, que al margen del motivo central, pueden beneficiar al país por la diversidad de temas y aportes que pudieran hacer los expresidentes en base a sus experiencias personales en la administración pública.
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El presidente Abinader, con su caballerosidad y sencillez, ha logrado lo que muchos creían imposible por la naturaleza pasional del ejercicio de la política en un país en el que tradicionalmente la oposición apuesta al fracaso de los gobernantes de turno para fundamentar o buscar llegar al poder político sobre esa base sin importarle que las consecuencias las sufran los sectores más desamparados de la sociedad. Es evidente que el hecho de Abinader no ser candidato, ha facilitado este acercamiento.
Algunos analistas entienden que el presidente favorece la imagen de los líderes opositores dándole vigencia y participación en los asuntos de Estado, olvidando que este ejercicio fortalece el sistema democrático, la paz y el acercamiento entre todos los dominicanos sin importar las diferencias políticas.
