Revalorizar la economía rural

Revalorizar la economía rural

En medio de tantas peroratas, estudios y propuestas acerca de la actual crisis económica y sus posibles soluciones, pocos se han detenido a considerar  el papel que podría desempeñar la pequeña economía campesina, predominante en el entorno rural del Tercer Mundo.

Durante las décadas de los ‘60 y ‘70, en pleno apogeo de la “revolución verde”, la economía campesina fue puesta a un lado,  etiquetada de ineficiente. Se promovió la producción en gran escala, el uso   masivo de químicos como pesticidas y abonos. La industrialización de la agricultura estaba en auge; luego vinieron los cultivos transgénicos, que no se conciben en pequeña escala, para darle el golpe de gracia. Esto afectó también la viabilidad de la reforma agraria, mientras    millones de campesinos eran expulsados de sus tierras y condenados a emigrar a las periferias urbanas.

En 1993 surgió Vía Campesina, un movimiento internacional de pequeños productores familiares rurales que defiende la economía campesina, la soberanía alimentaría, los mercados locales de alimentos,  y la agricultura ecológica. Fue fundado en Bélgica y actualmente agrupa a organizaciones campesinas de cerca de 60 países.

En octubre pasado se reunió en Maputo, la capital de Mozambique, su Quinta Conferencia, con 650 delegados de 85 países.

La actual crisis mundial ha hecho evidente que muchos de los señalamientos de esta entidad  son viables.

Nuestro país, cuya economía campesina ha sido diezmada por la conversión de la República en un territorio para el entretenimiento, debe revalorizar lo rural en pos de un objetivo superior: la seguridad alimentaría nacional.

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