Revela a niños de Boston sus secretos para batear
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Revela a niños de Boston sus secretos para batear <BR>en GL

POR MICHAEL LEVENSON
Del Boston Globe

Debe ser su dieta, dijo José Arias, de 12 años, un receptor de la localidad de Jamaica Plain. «Plátanos, porque es Dominicano». Timothy Larkin, de 8 años, ofreció otra explicación: practicar mucho en un tee.

«Hago eso todo el tiempo», dijo el toletero de Stratham, New Hampshire. O quizás es la concentración. «El bloquea todo el ruido», dijo Tyrone Thornton, de 10 años, un intermedista de Mattapan. «Y luego es como si fueran prácticas de bateo».

Todo el mundo en la ciudad quiere saber: ¿Cómo David Ortiz conjura esas actuaciones mágicas noche tras noche? ¿Cómo llega al plato, y con un tremendo swing da hit tras hit, muchos de ellos para dejar a los contrarios en el terreno, dándole victorias y euforia a la nación de los Medias Rojas?

El jueves, el Big Papi reveló al menos parte de su secreto.

José Arias no estuvo lejos del clavo. «Hay que asegurarse de comer bien antes de ir al terreno», dijo Ortiz, mostrando su gran sonrisa en el Fenway Park durante unas clínicas de béisbol para niños de la región. «Arroz, habichuela y pollo».

Pero quizás un parte mayor del secreto se convirtió aparente al Ortiz salir del dugout de los Medias Rojas y al terreno, abrazando a los niños, cargándolos y dándoles detalles de cómo tirar y atrapar.

Quedó claro que, a pesar de que se ha convertido en una celebridad del béisbol en Boston, Ortiz, de 30 años, ha encontrado la forma de mantenerse humilde.

Faltaban ocho horas antes del partido, y Ortiz – vestido en jeans, tenis blancos, lentes de sol y una camiseta roja – se veía cómodo como si se encontrara en su habitación. Sonreía constantemente, se reía con facilidad y gozó con los niños. «Bueno, ¿puedes atrapar la bola?», preguntó, agachado frente a un niño que practicaba junto a un amigo. «Mi vida entera está en tus manos”.

El niño mantuvo la concentración en la bola, la atrapó y la tiró de vuelta a su amigo.

«Buen trabajo», dijo Ortiz. «Muy bien». «Yo también fui un niño, no sé si lo saben», dijo Ortiz a los niños en un breve discurso desde la cima del dugout.

Versión (Dionisio Soldevila Brea). –

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