Revela datos interesantes

Revela datos interesantes

Quizás no nos damos cuenta, pero diariamente les transmitimos información a las personas con nuestro vestuario. Y eso, va mucho más allá de que si son otros tiempos, o si son prejuicios o no. Es una realidad aquí o en Pekín.
Nuestra forma de vestir revela datos interesantes sobre quiénes somos, cómo somos y hasta qué hacemos. Incluso, marca nuestra forma de relacionarnos con los demás.
Dicen por ahí que “un joven puede mentir con las palabras, pero la ropa le delata”, porque generalmente la forma de vestir tiene un mensaje y suele tener una carga simbólica. Está contando algo de cada persona. Es por esto que hay una distinción entre moda e indumentaria. La manera de vestir de una persona suele reflejar cómo se siente esa persona y qué es lo que quiere transmitir con su forma de vestirse a los demás, a las personas con las que se relaciona.
La ropa, el estilo, el corte o el color son elementos capaces de comunicar nuestra personalidad. Diferentes estudios desde el plano de la psicología establecen que basta con cinco minutos para obtener información de la persona a través de la ropa. Los zapatos, un abrigo, el color de un tejido, la calidad y el corte de ropa… todo puede indicar varias cosas sobre ti a la otra persona. La ropa y la moda tienen la capacidad de convertirnos en personas diferentes.
Antaño la forma de vestir podía reflejar con mayor claridad que hoy en día la clase social, e incluso la profesión de una persona. Pero actualmente, este tipo de líneas están mucho más difuminadas o menos claras y la forma de vestir puede llevarnos a engaños. Seguramente nuestra forma de vestir actual puede definir más cómo nos sentimos, a que aspiramos, o qué queremos transmitir. En definitiva es más un estilo de vida que una clasificación estratificada como antiguamente.
Yo soy partícipe de que en estos tiempos, se ha perdido la perspectiva de las cosas, y no sabemos distinguir el momento, lugar, público y ocasión para identificar qué vestir. Pero cuidado con esto, dicen que nunca hay una segunda oportunidad tras una primera impresión, por lo que lo mejor que puedes hacer es vestir acorde para cada momento. Y no olvidemos que nuestra forma de vestir puede decir de nosotros mismos mucho más de lo que imaginamos.
Basta «con cinco minutos de observación» a la ropa para «sacar numerosas conclusiones sobre una persona», y no solo para un observador preparado, sino también para amigos, una cita, etc… Por ejemplo, tus zapatos pueden dar pistas sobre edad, afiliación política, y rasgos emocionales de la personalidad. El color tiene el poder de evocar todo, desde la feminidad y la masculinidad hasta la emoción y el apetito. Los tonos más claros pueden sugerir amabilidad, y los tonos más oscuros pueden sugerir autoridad. La ropa puede aportar grandes dosis de confianza en uno mismo, lo que repercute tanto en el ámbito laboral como en el social.

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