POR LOYDA PEÑA
El presidente de la Cámara de Diputados, Alfredo Pacheco, deploró ayer lo que definió como prepotencia de algunos de los funcionarios (no los identificó) que acudieron al Congreso Nacional a negociar el proyecto de reforma fiscal que aprobó ese hemiciclo.

Aseguró que la pieza pudo ser «mínimamente» consensuada gracias a que la comisión especial que la estudió, ni él se dejaron provocar con la actitud asumida por algunos de los técnicos del gobierno «que creyeron que el Congreso Nacional debe ser un muchacho de mandado de ellos».

Pacheco reveló que durante los dos días de conversaciones fueron muchas las majaderías que tuvieron que aguantar de parte de los funcionarios, y que en un momento de «tranque» en las negociaciones éstos intentaron abandonar el salón donde se encontraban reunidos y él lo impidió.

«El juego se trancó y en una actitud de ñoñería (ellos) dijeron nos vamos. (yo) me le paré en la puerta y le dijo, usted no se va de aquí, vamos a discutir en democracia, vamos analizar esta situación, y entonces bajaron un poco la guardia», narró.

El primer día de negociaciones el equipo de técnicos oficilistas que se reunió con la comisión especial de la Cámara de Diputados lo integraban el secretario de Finanzas, Vicente Bengoa, el director de Impuestos Internos, Juan Hernández, y el superintendente de Bancos, Rafael Camilo.

El segundo día participaron Hernández y el director de Aduanas, Miguel Cocco.

Trascendió que en la primera reunión  el director de Impuestos Internos se indispuso de tal manera con los diputados presentes, que lanzó al piso el informe con las modificaciones que había preparado la comisión que estudió el proyecto de reforma.

«Mis dintiguidos colegas del PLD lo saben, que tuvimos que aguantar majaderías, ñoñerías de algunos funcionarios que no entienden que este (el Congreso) es el primer poder del Estado y vinieron a comportarse como que el Congreso Nacional debe ser un mandadero o un muchacho de mandado de algunos de ellos», dijo Pacheco.

Afirmó que dio su voto favorable al proyecto de reforma solamente por patriotismo, ya que entiende que es una necesidad urgente para solucionar los problemas del país.

«Pero me duele tener que votar hoy (ayer) nueva vez por un aumento del ITBIS que es el impuesto que verdaderamente le da medio a medio a la economía popular, y por otros que hay en la reforma, pero como bien señaló ese gran estadista español Felipe González,  y con lo que nosotros estamos de acuerdo, el peor impuesto que se le puede legar a un país es la inflación, y precisamente para evitar esa situación fue que dimos nuestro voto positivo pero crítico al proyecto», agregó

Consideró que lo mejor hubiera sido consensuar con los distintos sectores representativos de la sociedad una reforma integral que le evitara al país la adopción de ese tipo de medidas «odiosas» durante 15 ó 20 años.

Sin embargo, señaló que dada la situación de crisis, no hubo más remedio que aprobar la reforma que se aprobó, la cual aseguró, no llena las expectativas del PRD, el Partido Reformista Social Cristiano (PRSC) ni del propio Partido de la Liberación Dominicana (PLD) que la prohijó.

«Esa reforma no satisface en el aspecto que yo estoy seguro que lo querían la mayoría de los señores diputados, incluyendo los del PLD, sino en el aspecto de lo posible, porque aunque no es el mejor proyecto posible, sí fue el más suceptible de ser votado por la mayoría en esta Cámara de Diputados», puntualizó diciendo Pacheco.

El proyecto de ley de reforma fiscal fue aprobado en segunda lectura en la Cámara Baja y será remitido al Senado la próxima semana, donde también deberá ser sancionado.

Pacheco ofreció sus declaraciones en el curso de la sesión donde se sancinó la pieza legislativa.