POR LLENNIS JIMÉNEZ
El Presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas dijo ayer que el negocio de tráfico es tan vertiginoso que cuando desmantelan 40 puntos, a la semana encuentran otros 15 lugares de comercialización.

El mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira admitió que el país tiene limitación de medios para contener la entrada de droga.

Expresó que la droga se ha convertido en el mejor negocio para quien no quiere trabajar, debido a que un kilo de esta sustancia cuesta  más de 280,000 pesos.

Planteó que las fallas que aún tiene la DNCD radican en la carencia de equipos para enfrentar el tráfico. Informó que doce miembros del organismo, que fueron atacados por  narcotraficantes, tienen heridas y lesiones permanentes. “No se pasa una semana sin que seamos recibidos a tiro limpio en los operativos”.

Sostuvo que República Dominicana está pendiente  que las autoridades de los Estados Unidos quieran cortar el mar Caribe, el cual está desprotegido y donde se producen cargas ilegales.

Ramírez Ferreira indicó que siempre que ejecutan operativos conjuntos con la Administración de Drogas y Narcóticos (DEA) perciben que el comercio de la droga baja, porque los narcotraficantes temen a la guardia costera.

Precisó que  incautación y  allanamientos son un proceso permanente, debido a que se trata de un servicio de inteligencia.

Manifestó que en todo el mundo hay quien no quiere trabajar, sino lo fácil y  cómodo.

 Ramírez Ferreira  concedió una entrevista al programa Fundación Institucionalidad y Justicia (Finjus), que conduce su vicepresidente, Servio Tulio Castaños Guzmán, por CDN, canal 37, en el que admitió que ha sido doloroso tener que accionar contra amigos.

Insistió en que el país cuenta con buena estrategia de persecución de este mercado y que el problema no se debe a la entidad que preside, sino a la falta de equipo. Ramírez Ferreira precisó que el trabajo de persecución incluye intercambio con otros países.

Sostuvo que los cambios efectuados por la DNCD son para adecuarse, de manera que se mantenga en el futuro.

Precisó que es doloroso el trabajo que realizan y que para desmantelar los puestos de comercialización sus muchachos arriesgan sus vidas.

Manifestó que la lucha contra el narcotráfico es a sabiendas de que los operadores del  negocio tratan, por todos los medios, de permear a quienes luchan en su contra, y que cuando no lo consiguen, llevan a cabo una guerra sucia con quienes no se de dejan sobornar.

“Nosotros somos más eficientes cada día y con mayor capacidad moral para luchar contra esa gente, eso lo demuestran los números y cada día también se incrementan los ataques contra la DNCD”, subrayó.

Dijo que la política que llevan es para no dejarse narigonear de nadie, ni flaquear.

Reiteró la  política que existe de luchar contra la droga y con la voluntad del presidente Leonel Fernández de que se persiga este delito, y confió en que con la compra de los aviones Tucanos tengan mejor control del tráfico de droga.

Atribuye la reacción en contra de quienes combaten este flagelo, al descuido, que estima,  hubo con el narcotráfico, lo mismo que los ataques criminales de que son objetos sus miembros.