POR SOILA PANIAGUA
La revisión del acuerdo stand by con el Fondo Monetario Internacional (FMI) arrojó que las metas macroeconómicas se lograron holgadamente durante el pasado 2005, según dijeron ayer miembros del equipo económico del gobierno en el acto de presentación de la tercera y cuarta revisión de la carta de intención con ese organismo.
Asimismo, las autoridades monetarias confiaron en que la próxima semana el directorio del FMI apruebe la carta de intención con lo que el país recibirá unos US$140.4 millones y en el transcurso del año US$326.7 millones para usarse en el fortalecimiento de las reservas internacionales.
En el documento entregado al directorio del FMI que dirige Rodrigo Rato, en Washington, se contempla un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) por el orden del 5.5% y una inflación entre 5-7% para este año.
También se prevé un aumento del déficit de la cuenta corriente externa de 2.4%, por efecto de la volatilidad del precio internacional del barril del petróleo.
En cuanto a las obligaciones del país con el FMI en este 2006, el gobernador del Banco Central, Héctor Valdez Albizu, citó el pago de US$126 millones.
En cuanto a crecimiento del PIB real en el primer año del acuerdo con el FMI, fue el mayor al previsto, alcanzado una tasa de 9.3%, mientras que la inflación acumulada llegó en el año 2005 a 7.4%, cumpliendo con la meta de inflación de un sólo dígito, explicó.
Valdez Albizu, quien encabezó la presentación, dijo que por el lado de los objetivos fiscales trazados para el pasado 2005, se cumplieron con márgenes, aunque el mayor déficit financiero lo presentó el sector eléctrico.
Junto a Valdez Albizu, en la presentación estuvieron el secretario de Finanzas, licenciado Vicente Bengoa; el superintendente de Bancos, licenciado Rafael Camilo y el director general de la Oficina Nacional de Planificación, Onapres, Guarocuya Féliz, entre otros funcionarios.
Estimamos que en el 2005 el sector público no financiero cerró con un déficit de 0.4% del PIB, inferior al déficit de 0.7% establecido en el programa, consideró Bengoa.
En tanto, Valdez Albizu explicó que el Banco Central redujo su déficit cuasi-fiscal de 4% del PIB en el 2004 a 2.9% en el 2005, por debajo de la meta establecida en el programa de 3.2% del PIB.
Añadió que esto implicó un déficit del sector público consolidado de 3.3% del PIB.
Según el equipo económico del gobierno, para este año el objetivo del programa es lograr un equilibrio de las finanzas del sector público no financiero, lo que sumado a las pérdidas cuasi-fiscales del Banco Central, implicaría un déficit del sector público consolidado de aproximadamente 2.8% del PIB.
Confiaron en continuar con el proceso de consolidación fiscal en el 2007, reduciendo el déficit del sector público consolidado acerca de 2% del PIB, lo que implica un superávit primario superior al 2% del PIB, con el objetivo de reducir de manera decisiva la deuda pública en relación al producto.
En el documento presentado al director gerente del FMI se pide la conclusión de la tercera y cuarta revisión del acuerdo, con la concesión de dispensas relacionadas con el sector fiscal, el sector bancario y el sector energético.
Las dispensas incluyen emitir instructores a la Onapres, de preparar las cuotas trimestrales de ejecución presupuestal en consistencia con los recortes de gastos identificados.
También prevé presentar de nuevo al Congreso Nacional, sin cambios sustantivos, los proyectos de ley de adquisición, de controles internos, orgánica de presupuesto, de planificación e inversión pública, así como de administración financiera.
Asimismo, la emisión de un comunicado solicitando a las agencias públicas que envíen la documentación relacionada con la existencia de atrasos pendientes a finales de 2004 a la Secretaría de Finanzas dentro de 60 días.
De acuerdo al secretario Técnico de la Presidencia, Montás, muchas de esas leyes ya fueron sometidas al Congreso Nacional.
Afirmó que el primer año del acuerdo fue de recuperación, pero que ahora se deben llevar a cabo las reformas que aseguren que no se repitan problemas que en el pasado generaron debilidades fiscales.
En cuanto al sector bancario, la dispensa se relaciona con el compromiso de identificar a los bancos con debilidades importantes en sus planes de negocios y de comunicar el listado por escrito de dichos bancos al equipo del FMI y firmar un memorándum de entendimiento con esos bancos.
En ese orden, el superintendente de Bancos afirmó que en el presente se inspeccionarán los planes de negocio de los bancos y su cartera de créditos, para determinar si hay créditos malos.
Sobre la dispensa relacionada con el sector eléctrico, se explicó que refiere al compromiso de saldar los atrasos con los generadores de electricidad hasta el primer trimestre de este año, lo cual está hecho, pero en proceso de verificación.
En el caso de las instituciones financieras con problemas judiciales, Camilo especificó que aunque no está en la tercera y cuarta revisión del programa económico con el FMI, está previsto darles seguimiento en los tribunales para dar con los responsables de la quiebra de esos bancos.