James Blitz
 Londres 
Gran Bretaña y España llegan a la mesa de la antipatía. La profunda hostilidad de grandes números de europeos en relación a los flujos de inmigración en sus países es resaltada por una nueva encuesta de opinión que muestra que alrededor de la mitad en algunas de las naciones más grandes de la Unión Europea creen que los inmigrantes están perjudicando la calidad de vida.

A medida que un número de gobiernos europeos enfrenta agudas disputas políticas sobre inmigración, la encuesta Harris para Financial Times muestra que Gran Bretaña y España son los dos países del occidente de Europa donde la antipatía hacia los inmigrantes es mayor.

De acuerdo a la encuesta, un 64% de los británicos cree que el nivel actual de inmigración está haciendo que su país sea un “peor lugar para vivir”, un porcentaje más alto que lo certificado en Francia, Italia, España, Alemania y Estados Unidos.

Aproximadamente un 63% de los británicos también piensa que los niveles de inmigración empeoran el Servicio de Salud Nacional, mientras que un 66% dice que también agravan el sistema de educación estatal, observando más altas cifras que en cualquier otro lado.

La encuesta reveló que los españoles son el otro grupo nacional particularmente irritado por los flujos de inmigración. Aquí las preocupaciones están enfocadas en el impacto del empleo, con España certificando una tasa de desempleo de un 20% como resultado de la crisis económica y financiera.

Alrededor de un 67% de los españoles respondientes piensa, que la inmigración a su país estaba haciendo más difícil encontrar un empleo.

Casi un 32% de los españoles piensa que el hecho de que se les esté pagando menos es el resultado del número de inmigrantes que llega al mercado de empleos.

La encuesta Harris revela que el alto nivel de preocupación acerca de la inmigración en todos los países incluye a Francia y Alemania, donde los líderes gubernamentales han sido implicados en disputas sobre inmigración.

Los expertos en inmigración argumentan que aunque hay altos niveles de preocupación sobre el asunto en Europa, los temores a menudos están basados en falsas percepciones antes que en los hechos. Aunque un 44% de los alemanes dice que la inmigración está haciendo del país un peor lugar para vivir, la cantidad de turcos que emigra hacia Alemania ha bajado desde el año 2000. Otros países han visto la salida de minorías étnicas ya que la crisis financiera ha afectado las economías occidentales.

En Francia, el gobierno del presidente Nicolas Sarkozy se ha dividido en relación a la dura línea que se ha tomado hacia la población de Roma, con algunas remociones forzadas del país en las últimas semanas. La encuesta muestra que algún 48% de los respondientes franceses creen que la inmigración tiene un impacto negativo sobre la economía, en contra de un 26% que cree que el impacto es positivo.

Alemania ha sido afectada por la controversia sobre Thilo Sarrazin, un miembro del consejo del Bundesbank que ha creado una tormenta con un controversial libro que ataca los flujos de inmigración en Alemania.

La encuesta muestra que los alemanes respondientes estaban particularmente preocupados por el impacto de la inmigración en el sistema estatal de educación, con un 56% que dice que esto empeora el sistema.

No obstante, los alemanes están menos preocupados sobre el impacto de la inmigración en la economía. Sólo un 32% de los alemanes respondientes piensan que ha habido un impacto negativo, contra un 52% que sienten lo mismo que en Reino Unido.

Las cifras

64

Por ciento.  de los británicos cree que la inmigración está haciendo que su país sea un “peor lugar para vivir”

63

Por ciento.  de los británicos  piensa que la inmigración empeoran el Servicio de Salud.

48

Por ciento.  de los  franceses creen que la inmigración tiene un impacto negativo sobre la economía

Pie

Gran Bretaña y España son los dos países del occidente de Europa donde la antipatía hacia los inmigrantes es mayor.

La importancia de la seguridad alimentaría global

Una segunda crisis alimentaria en muchos años es un llamado de atención. En una reunión en la ciudad italiana de L’Aquila el año pasado, los líderes del G8 prometieron mejorar la seguridad alimentaria global para prevenir una repetición del periodo de escasez confrontado en 2007-08. La extensión de la prohibición de exportación de granos y el estallido de motines en Mozambique, muestran cuanto se necesita hacer para cumplir con este objetivo.

Las comparaciones con la última crisis no deben ser exageradas. A pesar del reciente incremento en el trigo, los precios de los alimentos están todavía bastante por debajo de los picos alcanzados a principios del 2008.

Sin embargo, una vez más, el aumento inicial en los precios del trigo causado por los adversos accidentes climáticos, están impulsando a que otras materias primas se eleven. El aumento inicial entonces ha sido exacerbado por las prohibiciones de exportación. Ciertamente, hasta el momento, sólo Rusia ha impuesto un embargo formal. Pero hay restricciones informales sobre las exportaciones de Ucrania y Kazakhastan. Esto trastorna los mercados internacionales y promueve el acaparamiento. Mientras las reservas están más altas que hace dos años atrás, ellas no son lo suficientemente profundas para absorber una seria crisis de suministro.

Si no tuviéramos el imperante ejemplo del periodo 2007-08, ésta ya sería una crisis significativa. El hecho de que haya llegado tan pronto después de la última, es un llamado a la toma de acción. Sería irresponsable esperar que retornen las condiciones benignas del pasado.

Enfocarse en la seguridad alimentaria es sensible. El vínculo entre la estabilidad política y alimentaria en el mundo en desarrollo es claro. La crisis del 2007-08 esparció amplios disturbios, tirando abajo a los gobiernos de Haití y de Madagascar. El reciente malestar en Mozambique fue provocado por un aumento repentino de un 30% en el precio del pan.

Hay cosas que pueden hacerse. Más importante aún, hay una necesidad de mayor inversión en la irrigación, además de otras medidas para mejorar la calidad de la tierra, así como la recuperación de la producción. Los países desarrollados se han enfocado demasiado en la ayuda alimentaria antes que en proveer la debida asistencia para el desarrollo. Estados Unidos, por instancia, gasta 20 veces más en lo primero que en lo último en África, de acuerdo a un reporte el año pasado por parte del Consejo de Chicago sobre Asuntos Globales. Este balance necesita cambiar.

Deberían darse los pasos necesarios para mitigar la severidad de las crisis cuando éstas afectan. Probablemente se necesitarán mayores reservas, al igual que normativas internacionales para aclarar las circunstancias bajo las cuales los países pueden suspender las exportaciones agrícolas.

Esto conllevará más que palabras finas. La crisis financiera ha apretado los presupuestos de ayuda. Nunca es fácil conseguir convenios comerciales. Pero como los hechos recientes han demostrado, la agenda de L’Aquila es más importante que nunca.

Las claves

1.  Crisis y presupuesto

La crisis financiera ha apretado los presupuestos de ayuda. Nunca es fácil conseguir convenios comerciales.

2.  Acciones

Deberían darse los pasos necesarios para mitigar la severidad de las crisis cuando éstas afectan.

3.  Alza precio del trigo

 El aumento inicial en los precios del trigo causado por los adversos accidentes climáticos, están impulsando a que otras materias primas se eleven.

4.  El aumento inicial

Ha sido exacerbado por las prohibiciones de exportación.

VERSIÓN AL ESPAÑOL DE ROSANNA CAPELLA