Revelan falta regular calidad de combustibles

Revelan falta regular calidad de combustibles

POR MARIO MENDEZ
En un mercado que en el 2003 alcanzó los 1,976 millones de galones, todavía el Estado no cuenta con un laboratorio para asegurar la calidad de los combustibles a pesar de que se han hecho muchas denuncias de que con frecuencia esa calidad no responde a los estándares ofertados y a los precios que la población es obligada a pagar, se informó.

Se explicó que esta deficiencia se produce a pesar de que para corregir el problema se estableció un gravamen de 2 centavos por galón vendido de todos los combustibles consumidos en el país y de que en el año 2002 se hizo un concurso cuyos resultados no fueron aplicados por la oposición de quienes se estarían beneficiando de la falta de regulación en el mercado de combustibles.

El gravamen fue creado por el reglamento 3-07 de la Ley de Hidrocarburos. Recientemente, la Secretaría de Industria y Coemrcio, mediante su resolución 119, publicada el 29 de noviembre pasado, dispuso elevar ese gravamen y establecer una comisión de 20 centavos por galón importado por las empresas, excluyendo el gas licuado de petróleo.

La resolucion explica que ese gravamen será cargado en la fórmula de cálculo de precios de paridad de los combustibles.

Según la resolución, esa comisión será la fuente de recursos para alimentar los fondos operativos para cubrir gastos administrativos.

De acuerdo a la resolución, 19 centavos irán para Industria y Comercio y un centavo para la Secretaría de Finanzas.

Según se informó, el concurso hecho en el año 2002 fue ganado por una consorcio argentino y el propósito era elaborar un reglamento de combustibles y una normativa de calidad y seguridad, así como establecer un laboratorio móvil y otro fijo para asegurar el control de calidad.

Sin embargo, se indicó el proyecto no pudo ejecutarse, además de algunos cuestionamientos que se hicieron al concurso, por la resistencia de los sectores que han aumentando sus ganancias con la falta de regulación y controles en ese mercado.

De acuerdo a lo informado, Dirección de Combustibles de Finanzas hizo en el 2002 grandes esfuerzos para se aplicaran los resultados del concurso, pero fueron frustrados por las fuerzas que se resistían a que se ejecutara el proyecto y por la negativa de la Secretaría de Industria y Comercio de entregar parte de los fondos que le correspondían a la Secretaría de Finanzas por concepto del grvamen de 2 centavos por galón de combustibles.

Se explicó que consciente de las fuerzas que se movían para evitar que se aplicara el concurso hecho para establecer controles y regulaciones en el mercado de combustibles, el consorcio argentino ganador del mismo dio a conocer su disposición de excluir la instalación del laboratorio como parte proyecto, el cual también incluía un programa de entrenamiento para los inspectores de combustibles.

Se indicó que, no obstante, finalmente los resultados del concurso no pudieron aplicarse y la Shell terminó operando su propio laboratorio.

Se planteó que el tema del control de la calidad de combustibles es de primera importancia, ya que se han hecho denuncias, en ocasiones comprobadas, de que los combustibles venididos no cumplen con las especificaciones.

Esto ha ocurrido, según se explicó, con la gasolina que sirven algunas distribuidoras, como habría confirmado recientemente Digenor al hacer una evaluación del combustible que lleva un cambio de una gran distribuidora.

Iguales denuncias se han hecho con el gasoil, del cual se ha dicho en muchas ocasiones que es vendido con un un contenido excesivo de azufre.

Según se explicó, el caso de gas licuado de petróleo el problema es más grave, ya que las normas locales establecen un calidad de 70 por ciento de propono y 30 por ciento de butano, lo cual genera una densidad de 4.3 libras de masa por galón

Sin embargo, se ha denuncido que el GLP que consume tiene una densidad de 3.9 libras por galón, que lo hace equivalente al gas natural enriquecido, cuyo precio es mucho menor que el gas propano.

La diferencia de precios entre uno y otro combustible puede llegar hasta a un 30 por ciento, pero al consumidor local se vende al precio equivalente de la mezcla 70 por ciento de propano y 30 por ciento de butano.

Se explicó que a esta situación se debe que muchas amas de casas se quejen con frecuencia de que el gas no le rinde, ya que el que se le sirve tiene un poder calorífico inferior al que corresponde al precio que pagan.

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