WASHINGTON. Los científicos revelaron el miércoles la primera imagen jamás lograda de un agujero negro, con sus bordes tórridos y sombríos en los que la luz se curva sobre sí misma, como en una fantasía cósmica.
Al reunir los datos recogidos por ocho radiotelescopios de todo el mundo, los astrónomos crearon la imagen que muestra el vecindario violento en torno de un agujero negro supermasivo, los monstruos absorbentes de luz del universo de los que habló Einstein hace más de un siglo y que confirmaron los observadores durante las décadas siguientes. Parece un anillo en llamas anaranjado, amarillo y negro.
“Hemos visto lo que creíamos era imposible de ver. Hemos visto y fotografiado un agujero negro. Aquí está“, dijo Sheperd Doeleman, de la Universidad de Harvard.
Jessica Dempsey, una descubridora y subdirectora del Observatorio del Este Asiático en Hawai, dijo que le recordaba el poderoso Ojo Ardiente de Sauron de la trilogía “El señor de los anillos“. A diferencia de los agujeros negros menores, producto del colapso de estrellas, los agujeros negros supermasivos son de origen misterioso.
Situados en el centro de la mayoría de las galaxias, incluida la nuestra, son tan densos que nada, ni siquiera la luz, escapa a su atracción gravitatoria.
El “horizonte de eventos“ el punto sin retorno, desde donde la luz y la materia se precipitan inexorablemente al abismo es tan grande como todo nuestro sistema solar.
Hace tres años, astrónomos provistos de un sistema de observación extraordinariamente sensible escucharon el ruido de dos agujeros negros mucho más pequeños que convergían para generar una onda gravitatoria, tal como había pronosticado Einstein.