BRASILIA (EFE).- Al menos 31 políticos de cinco partidos brasileños se beneficiaron de la danza de millones orquestada por el Partido de los Trabajadores (PT) con las empresas del publicista Marcos Valerio Fernandes, afirmó hoy una de sus colaboradoras.

Simone Vasconcelos, administradora de las empresas de Fernandes, aportó hoy nuevos datos a las investigaciones sobre los asuntos de corrupción que tienen en jaque al PT y al propio gobierno del presidente Luiz Inácio Lula da Silva.

En una comparecencia al Congreso, Vasconcelos confirmó que el publicista avaló «cuatro o cinco» préstamos bancarios en favor del PT, usando contratos de sus empresas con organismos del Estado.

Esos créditos sumaron 55,8 millones de reales (unos 23 millones de dólares) que, pese a ser créditos en favor del PT, ingresaron en las cuentas de las firmas de Fernandes, quien luego ordenaba cuánto y a quién se le debía entregar.

Según Vasconcelos, el ex tesorero del PT Delubio Soares decidía y Fernandes ordenaba la operación, que la mayoría de las veces era hecha en efectivo, en las sedes de los bancos.

De los otros integrantes de la dirección nacional del PT, que renunció en pleno por el escándalo, Vasconcelos sostuvo que al menos el ex secretario general Silvio Pereira sabía de esas operaciones.

Dijo que al menos veinte veces viajó desde Belo Horizonte, donde están las empresas del publicista, a Brasilia, para entregar el dinero, siempre por orden de su jefe.

«Firmaba en el banco y pagaba a quien me decían. Otras veces enviaba una autorización en favor de tal o cual persona», declaró ante una comisión del Congreso que investiga las corruptelas.

Vasconcelos confirmó además los nombres que aparecen en una lista de «beneficiarios» en poder de la Policía Federal.

Son 31 políticos, entre los que figuran legisladores del PT y de los partidos Liberal, Laborista, Progresista y del Movimiento Democrático, todos de la coalición de gobierno.

Hay también personas muy vinculadas al PT, como el publicista Duda Mendonca, que en 2002 dirigió la campaña que llevó al poder a Lula.

Según Vasconcelos, Mendonca recibió unos quince millones de reales (6,2 millones de dólares) que, como en todos los casos, no se sabe a qué obedecían.

Confirmó además que Fernandes y Mendonca no tenían relaciones profesionales y que la entrega del dinero fue simplemente otra decisión del ex tesorero del PT.

Además de Mendonca, aparece entre los beneficiarios el presidente de la Casa de Moneda, Manoel Severino do Santos, quien al parecer recibió 2,6 millones de reales (1,1 millones de dólares).

Fuentes consultadas por EFE dijeron que la relación de Severino dos Santos y Fernandes comenzó hace cinco años, cuando el actual presidente de la Casa de Moneda fue candidato del PT a la Alcaldía de Petrópolis, en el estado de Río de Janeiro, y el publicista financió parte de su campaña.

Severino dos Santos perdió esas elecciones y luego fue nombrado secretario de Relaciones Políticas en el gobierno de la también «petista» Benedita da Silva en ese estado.

Según las fuentes, en las elecciones municipales de 2004, a instancias del presidente de la Casa de Moneda, Fernandes financió las campañas de varios candidatos a concejales de Río de Janeiro, entre ellos el esposo de Benedita da Silva, Antonio Pitanga.

En esa época, trabajaban también en la gobernación de Río de Janeiro Waldomiro Diniz, un antiguo asesor del ex ministro de la Presidencia José Dirceu, vinculado a casos de corrupción, y Marcelo Sereno, ex secretario de Comunicación del PT que dimitió junto con la directiva del partido.

En medio de la declaración de la administradora, el senador socialdemócrata Alvaro Dias presentó documentos que insinúan una posible conexión de las empresas de Fernandes con «lavado» de dinero a través de las islas Caimán.

Según Dias, Fernandes depositaba dinero en cuentas de una empresa llamada Guaranhuns, igual que el pueblo natal de Lula, que a su vez lo transfería para una filial en Montevideo, desde donde era enviado a la sede del banco brasileño Banrisul en las Caimán.