Revelan población haitiana
continúa muy bien armada

Revelan población haitiana<BR>continúa muy bien armada

POR CLARENS RENOIS
PUERTO PRINCIPE, 14 Jul 2007 (AFP)
– Desde el lanzamiento del programa nacional de desarme y desmovilización de los grupos armados en Haití, hace poco más de un año, muy pocas armas de fuego fueron entregadas a las autoridades.

 «Recuperamos más de 200 armas de guerra y más de 6.000 cartuchos, la mayoría en la barriada de Cité Soleil, antes controlada por bandas de jóvenes armados», afirmó Alix Fils-Aimé, que dirige la Comisión Nacional de Desarme, Desmovilización y Reinserción.   Según un estudio realizado por una ONG suiza, más de 250.000 armas de fuego circulaban ilegalmente en Haití en 2005, mucho más que lo que tiene la Policía haitiana.   Una lucha activa contra las bandas de delincuentes desde el final de 2006, realizada en conjunto por la ONU y la Policía de Haití, parece haber dado frutos por las numerosas detenciones efectuadas por las fuerzas del orden.

 Desde que los militares de la Misión de Estabilización de la ONU en Haití (Minustah) tomaron el control de algunos barrios fuera de la ley de Puerto Príncipe, los jefes de bandas de delincuentes y algunos de sus lugartenientes fueron detenidos o muertos.   «Tomamos para formación a un centenar de jóvenes que abandonaron los grupos armados y dejaron sus armas», destacó Fils-Aimé, que espera unos 150 nuevos desmovilizados en los próximos días.

Según un policía haitiano que habló a condición de anonimato, muchas armas permanecen ocultas en los barrios pobres y pueden aparecer en cualquier momento.   «Los criminales notorios fueron aprehendidos o matados, pero sus soldados están siempre presentes con sus armas», advirtió Daniel Clervaux, otro policía que trabajó mucho tiempo en Cité Soleil, el mayor barrio pobre de Haití.   «Aunque hoy los disparos cesaron, las armas siguen existiendo en Cité Soleil, donde habría unas 10.000», afirmó el policía.

 Para el director de la Comisión Nacional de Desarme, «si esa cantidad de armas existe, son almacenadas en condiciones que las vuelven inutilizables».

 «Yo trabajo sobre lo concreto, nunca he visto este arsenal del que se habla. Yo abordo a todos los grupos y pido a todo el mundo que entregue las armas ilegales», dijo Fils-Aimé.   La Comisión tiene amplios poderes conferidos por un decreto presidencial, como trabajar para reforzar la seguridad pública y coordinar la política haitiana de desarme, desmantelamiento y reinserción de los grupos armados.   A este respecto, el responsable de la Comisión anunció reuniones con grupos sospechosos de poseer armas ilegales con el fin de sensibilizarlos en el programa.

 Pero Fils-Aimé se preocupa por el proceso de reinserción de los ex miembros de bandas de delincuentes.   Después de que los jóvenes reciben una formación en un centro de rehabilitación y asistencia psicosocial, «es necesario ofrecerles trabajo», destacó.   Pero «nadie en el sector privado quiere aceptarlos», añadió el funcionario, que busca la apertura de centros profesionales del Estado en los barrios pobres para ofrecer otras alternativas a los jóvenes de los sectores desfavorecidos.

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