La construcción de una isla artificial de un millón de metros cuadrados frente al litoral sur de Santo Domingo fue propuesta por una empresa española al gobierno dominicano, de acuerdo con una información del diario Clave Digital de la Internet.

La isla se bautizaría como “Ciudamar, la isla del nuevo mundo”, de acuerdo con los proponentes los arquitectos Ricardo Bofill, español, y Pedro José Borrell y Gustavo Luis Moré, dominicanos.

Explica Clave Digital que la isla artificial se extendería a lo largo del litoral en el tramo entre las intersecciones de las avenidas George Washington y Abraham Lincoln, al oeste, y la George Washington y la Cambronal, al este.

El proyecto propone una especie de integración con la Ciudad Colonial e incluso hacer referencias sobre sus dimensiones y distribución urbana.

El diario indica que es “el primer megaproyecto” que se le “propone al gobierno del presidente Leonel Fernández” y explica que le llegó “de la mano del prestigioso arquitecto español Ricardo Bofill, quien vino al país la pasada semana para presentar al mandatario la propuesta, que es sostenida también por los arquitectos dominicanos Pedro José Borrell y Gustavo Luis Moré.”

La isla, de un millón de metros cuadrados, no tendría ningún costo para el Estado y su desarrollo estaría a cargo de inversionistas privados, explica el reportaje, pero requiere que el Estado ceda a la empresa la porción del mar sobre la que se levantaría la isla artificial. Estos terrenos se dedicarían, de acuerdo con el proyecto, a uso residencial, comercial, turístico y áreas de servicio y recreación pública.

PARQUE NACIONAL

El litoral sur de Santo Domingo, desde la desembocadura del río Haina hasta La Caleta, en Boca Chica, fue declarado parque nacional desde 1968 y está bajo un régimen legal especial.

En 1992 la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (UNESCO), declaró la zona colonial de Santo Domingo como Patrimonio Cultural de la Humanidad.

De acuerdo con informaciones disponibles en la Internet el Consejo Nacional de Asuntos Urbanos (CONAU) aprobó el proyecto de crear la isla artificial en el 2003.

EL MAPA

El plano que publica en la Internet la empresa promotora del proyecto explica que se construirá un trozo de la isla frente a la Ciudad Colonial, desde la desembocadura del río Ozama, al este y se crearía una marina que quedaría entre esta isla y el viejo rompeolas del oeste.

La otra parte de la isla iría desde el frente del edificio de la secretaría de Cultura o el obelisco macho o de conmemoración del cambio de nombre de la ciudad, en el extremo este, hasta frente a la intersección de las avenidas George Washington y Abraham Lincoln.

El plano señala como zona de restoranes, marina y tienda el área más próxima al río, mientras que hacia el oeste estarían hoteles y viviendas en apartamentos.

El proyecto estable mejorar y ampliar la playa de Güibia que quedaría en una especie de ensenada que se formaría entre el actual litoral y la nueva isla. Más al oeste del tramo de Güibia estaría la zona de marinas, según el plano.

SE PROPUSO

Clave Digital en su reportaje considera que “cuando el jueves pasado Ricardo Bofill ofreció sus declaraciones sobre el caos y el desorden en la ciudad de Santo Domingo, al parecer estaba pensando en su proyecto como una forma de extender la territorialidad de la República Dominicana, sacando el mejor provecho en un ámbito donde sí pueden imponerse la organización, el orden y la limpieza.”

Agrega que “entre los urbanistas y arquitectos, que despertaron del letargo con las declaraciones de Bofill, la gran comidilla en este momento es que el prestigioso arquitecto vino al país a presentar su proyecto, invitado por la Fundación Global, Democracia y Desarrollo, que fundó y preside el doctor Leonel Fernández, presidente de la República.”

Agrega el reportaje que “la revista Archivos de Arquitectura Antillana, que dirige Gustavo Luis Moré, en su número 18, publicó una reseña del proyecto Ciudamar, la isla del nuevo mundo, en el que se ofrecen datos técnicos sobre el diseño.”

Los proponentes del proyecto, dice Clave Digital, estiman que la isla artificial serviría para alojar sedes corporativas para Latinoamérica de empresas internacionales del sector financiero y de servicios, con lo que República Dominicana se pondría a la par y competiría ventajosamente con ciudades como Miami, Coral Gables y otras alrededor del mundo”.

TURISMO Y OTROS

Los proponentes, de acuerdo con informaciones encontradas en la Internet, esperan que la isla artificial pueda tener condiciones para atraer parte del turismo que ahora se desplaza hacia Punta Cana, Bávaro y Puerto Plata.

El reportaje señala que los proponentes del proyecto consideran que esta isla artificial ofrecería ventajas, en términos de costos, en comparación con otros destinos, dado que contaría con una planificación acorde con los adelantos y exigencias del nuevo siglo, todas ellas facilidades que requieren las grandes empresas para ofrecer una calidad de vida óptima que atraiga a sus empleados y gerentes, entre las que se encontrarían una marina y la posibilidad de practicar los deportes acuáticos, en un ambiente tropical de una belleza, ubicación e historia sin paralelos en el área del Caribe.

También destaca el reportaje que los proponentes del proyecto afirman que usarían técnicas de ingeniería de punta que ya han sido probadas exitosamente en otros lugares y que los terrenos a ser creados serán regidos por estrictas normas urbanísticas para asegurar que en la visión que se adopte se logre mantener y con ello proyectar, una imagen de un “nuevo Santo Domingo” pujante, progresista y dinámico, del que todos se sientan orgullosos.

RENOVACIÓN

El proyecto propone también la “renovación completa del frente marítimo de la ciudad de Santo Domingo” para “volcar la urbe hacia el mar y diseñar un nuevo ‘skyline’ (horizonte)” mejorará “la relación de la ciudad y el mar, aumentará el potencial turístico y comercial de la isla y completa la oferta recreativa con la de equipamientos de calidad y de lugares de negocio.”

“Estamos en un lugar simbólico, la primera ciudad de América, la isla que representó el futuro de una civilización durante siglos,” explican los proponentes según indica el reportaje.

CRITICAN

Analizan los proponentes que “la parte de la isla que mira a el malecón tradicional, tiene una densidad de construcción mucho menor. Dos a tres plantas de una arquitectura que retoma las cualidades de las construcciones caribeñas, con grandes terrazas cubiertas, a la cual se añaden las comodidades de una arquitectura urbana y transparente.”

MARINA Y CIUDAD

Proponen construir “una gran marina en la parte oeste” de la isla, “una marina urbana, con una gran plaza de puerto náutico. El paso de los barcos se hará a través de un puente móvil o con una altura suficiente para la entrada de los yates. Una marina moderna, con todas las facilidades técnicas y con capacidad para hacer ‘boat shows’, actividades de vela, etc.”

Esta marina estará completada por edificios destinados al gran público como museos, centros comerciales y restaurantes.

“La parte este del proyecto es una extensión de la ciudad dentro del mar,” próxima a la “ciudad antigua.”

Está nueva parte de la ciudad estará atravesado por un gran parque, continuación del parque existente Eugenio María de Hostos, explican los proponentes.

COMERCIALIZACIÓN

El proyecto tiene oficinas instaladas en la empresa Global Group Dominicana y es promovido por la Santo Domingo Redevelopment, corporation, en proceso de formación, explica el reportaje.

Esta empresa la preside el ingeniero Eulogio Santaella, ex director del Consejo Estatal del Azúcar (CEA) en la administración del ex presidente Salvador Jorge Blanco, y ex funcionario del desaparecido Banco del Comercio Dominicano. Santaella es también el vocero del proyecto.

Las empresas involucradas son Taller de Arquitectura, con Ricardo Bofill, Gustavo Luis Moré y Pedro Borrell, como sus planificadores; la firma inglesa Royal Haskoning, a cargo de la ingeniería; Global Group Dominicana, como la gerencia del proyecto, y la firma de abogados Russin, Vecchi & Heredia Bonetti, en la asesoría legal.

Aparte de Santaella y Heredia Bonetti, tienen funciones administrativas en el proyecto Augusto Menéndez, como vicepresidente ejecutivo; Adrian T. Gilbert, como primer vicepresidente, y José Danilo Arzeno, como vicepresidente y director técnico.