Revelan que la fructosa podría estimular el sobrepeso infantil

Revelan que la fructosa podría estimular el sobrepeso infantil

Un nuevo estudio realizado por investigadores del Instituto de Medicina Nutricional en Alemania, determinó que la fructuosa, el azúcar contenida en las frutas y jugos, estimularía el sobrepeso en los niños.

Los investigadores evaluaron la reducción temporal del consumo de este tipo de azúcar natural en un grupo de 15 niños cuyas edades oscilaban entre los 5 y 8 años y comprobaron que dicha reducción estimuló la pérdida de peso en el grupo de control.

El estudio duró tres meses, periodo en el cual los niños recibieron alimentos con la mitad de la fructosa, en función de su alimentación anterior. La conclusión fue que una reducción temporal en el consumo de este tipo de azúcar puede tener un efecto beneficioso en niños obesos.

El estudio hace referencia a una reducción y no a la eliminación de las frutas en las dietas infantiles, que son más que beneficiosas a nivel nutricional ya que representan las fuentes naturales de vitaminas y minerales y su consumo es indispensable para una dieta equilibrada.

La presente investigación habla de obesidad instalada, donde se deben elaborar planes nutricionales con profesionales que realicen evaluaciones individuales, para establecer una dieta infantil específica.

Los niños deben comer menos salchichas y salami. El Fondo Mundial para la Investigación sobre el Cáncer (WCRF en sus siglas en inglés) ha exhortado a los padres del Reino Unido a que saquen del menú diario de sus hijos el jamón y el salami, así como otras carnes procesadas, ya que estos alimentos incrementan las posibilidades de padecer cáncer de colon.

Los científicos calculan que en torno a 3.700 casos de este tipo de cáncer podrían prevenirse al año si cada persona comiera 70 gramos menos de carne procesada a la semana, lo que equivale a tres lonchas de tocino. Sabemos que a los niños estos alimentos les encanta, sin embargo debemos controlar su ingesta para no contribuir a perjudicar su salud.

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Aunque no existe ningún estudio específico sobre el efecto de este tipo de carne en la infancia, en opinión de la WCRF «las pruebas -sobre sus consecuencias- en adultos, son demasiado evidentes como para ignorarlas», por lo que ha advertido a los progenitores británicos, que deben evitar los típicos sandwiches de jamón en la dieta de los niños a su cargo. El objetivo que persigue esta recomendación es que los menores no abusen de las carnes procesadas desde pequeños y que no las incluyan en su dieta habitual cuando se conviertan en adultos.  «Si los niños que van al colegio consumen diariamente carnes procesadas, al final del año escolar habrán ingerido demasiada. Es mejor que aprendan a verlas como un alimento ocasional», explicó una portavoz de la ONG. La organización ha recordado además que se debe limitar de igual forma el consumo de carne roja para no superar los 500 gramos -peso una vez cocinada- a la semana. Ha alertado también del uso de aperitivos de alto contenido calórico y grasas saturadas.

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