Kyle Baker
JAYMES SONG, HONOLULU
Las autoridades federales han confirmado lo que venían sospechando: la foca monje del Caribe se ha extinguido.
Los seres humanos que cazan a esa dócil criatura para investigación o alimentación dejaron su población insostenible, dicen los biólogos, y advierten que las próximas podrían ser las focas monje de Hawai y el Mediterráneo.
La última vez que se divisó una foca monje del Caribe fue en el 1952 entre Jamaica y la península del Yucatán.
La Administración Nacional Atmosférica Oceánica confirmó el viernes que esta especie se ha extinguido.
Kyle Baker, biólogo de la administración, dijo que es la única foca extinguida por causas humanas. La foca había sido clasificada en peligro de extinción en el año 1967.
La agencia federal dice que quedan menos de 1.200 focas monje hawaianas y 500 mediterráneas, y que la población del a misma declina.
«Esperamos haber aprendido de la extinción de la foca monje del Caribe y que podamos suministrar mayor protección a sus familias hawaiana y mediterránea», dijo Baker.
La población hawaiana está declinando a una tasa de un 4% anual, según la Administración.
La agencia pronostica que podría caer por debajo del millar de ejemplares en un período de tres a cuatro años.
«Cuando la población se reduce demasiado, se torna muy inestable», afirmó el biólogo Baker.
«Son más vulnerables a amenazas como enfermedades y ataques de tiburones», dijo.
La foca monje del Caribe (Monachus tropicalis) , descubierta durante el segundo viaje de Cristóbal Colón en 1494, llegó a tener una población de 250.000. Pero fueron presa fácil para los cazadores.
En los siglos XVIII y XIX se las cazaba por su esperma, que era procesado para producir aceites de lubricación. Las pieles también eran preciadas.
La foca monje de Hawai (Monachus schauinslandi) tiene una población de 80 a 100 animales en las principales islas hawaianas y 1.100 en las islas del noroeste, un monumento nacional marino, mayormente inhabitado
Las claves
1. Foca monje del Caribe
La foca monje del Caribe medía entre 2,20 y 2,40 metros de longitud y pesaba unos 130 kilos. Su pelaje era castaño en todo el cuerpo menos en la barriga que era blanco amarillento. Las crías nacían totalmente negras. Las hembras tenían 4 glándulas mamarias, en vez de dos como el resto de focas. Sus hábitos de reproducción son desconocidos, lo único que se sabe es que daban a luz a una cría en torno al mes de diciembre.
2. Alimentación
Estos animales se alimentaban de peces, cefalópodos y crustáceos y eran muy activos, sobre todo desde el amanecer al crepúsculo. Sus únicos depredadores eran los tiburones caribeños y, más tarde, el hombre.