El presidente del Ministerio Jesús es Sanidad y Vida Eterna Inc., reverendo Domingo Paulino Moya, aseguró hoy que “al hablar sobre privilegios, la jerarquía católica debe medirse en la vestimenta de los que guardan prisión preventiva en relación al sonado caso de los sobornos y sobrevaluaciones de la empresa brasileña Odebrecth ”.
“El concordato suscrito en 1954 por el Estado vaticano, llamado la Santa Sede, con el Estado dominicano, ha beneficiado por décadas con privilegios económicos, sociales y jurídicos a la iglesia católica, en detrimento de las demás confesiones cristianas del país”, enfatizó Paulino Moya en un comunicado.
Agregó que “esos privilegios exorbitantes que incluso dan protección a los sacerdotes que son tratados en asuntos judiciales con atribuciones de orden diplomático, lo que ha contribuido a dañar el verdadero sentido de lo que representa la dignidad jurídica de la nación”.
El líder cívico religioso precisó que “la cúpula católica del país se haría un bien así misma si solicitara al Papa Francisco que pidiese al Estado dominicano la abolición de ese tratado, pues ésto le colocaría a nivel del país con mayor credibilidad, no solo en el caso Odebrecth, sino también en otros aspectos que inciden en el orden socio-político nacional”.
Paulino Moya concluyó diciendo que “cree en un sistema judicial que honre la ley y contribuya a fortalecer y preservar los valores humanos de los ciudadanos mientras no hayan sido condenados por un tribunal, pues la iglesia es una entidad donde debe prevalecer la misericordia y cuidar que esta no sea arrastrada por la morbosidad mediática que pueda dañar el sano proceso y lesionar el estado de derecho”.