Revisión

Revisión

La República Dominicana tiene que revisar minuciosamente sus estrategias de producción, incluyendo por supuesto manejo de costos, así como el «marketing» de exportación del cual se vale para penetrar a mercados del exterior.

La revisión debe tomar como punto de referencia los efectos del intercambio que sostenemos en base al Tratado de Libre Comercio con Centroamérica, intercambio que era presentado como muy auspicioso para la República Dominicana.

La balanza de ese intercambio nos enrostra varios puntos a revisar. El desequilibrio entre lo que exportamos a Centroamérica y lo que importamos desde las naciones de esa región es demasiado pronunciado, en favor de los países continentales.

Entre nuestro país y los centroamericanos suscribientes del tratado no hay diferencias abismales en términos de economía, pero las hay del cielo a la tierra en materia de producción y protección a los productores.

En una época, al inicio de la vigencia del tratado, la yuca e Costa Rica, por citar un renglón, se vendía en nuestro país mucho más barata que la producida aquí. Hay otros renglones que compiten ventajosamente con sus similares nuestros.

Nuestras exportaciones hacia Centroamérica, en cambio, no han experimentado cambios importantes, a pesar de que se dice que su volumen ha aumentado desde el inicio del tratado. La balanza del intercambio, sin embargo, dice otra cosa, mientras continúa creciendo el inventario de productos centroamericanos que llegan y compiten con gran vigor.

-II-

Un aspecto a revisar debe ser el de los costos que enfrentan muchos de nuestros productores, en comparación con los de renglones similares de Centroamérica.

Se sabe que los gobiernos de esa zona del continente, en términos generales, protegen a sus productores y estimulan la producción exportable. Hay políticas dirigidas a aligerar los costos de producción de todos los renglones exportables y se sabe que en momento en que era negociado el tratado, muchos de esos incentivos fueron mejorados.

De nuestro lado no podemos decir lo mismo. Durante la vigencia del TLC ha habido momentos muy difíciles para la producción, con divisas muy caras justo para productos con alto valor agregado importado. Cuando el dólar llegó a cotizarse a RD$60 por US$1, nuestra competitividad rodó por los suelos y aunque en la actualidad el dólar cuesta menos de la mitad que entonces, otros factores han influido para que los costos de nuestros productores no sean realmente competitivos con los de las naciones de Centroamérica.

El desbalance entre nuestras exportaciones y las importaciones que recibimos de cualquiera de los suscribientes del tratado nos está diciendo que debemos hacer revisiones profundas, sobre todo en momentos en que pretendemos competir en el mercado de los Estados Unidos, en el que también tienen presencia los productos de Centroamérica.

La otra cara de la cuestión es de mercadeo. Los promotores centroamericanos han demostrado ser bastante agresivos y convincentes, y lo prueba la variedad cada vez más amplia de productos de ese origen en los mercados nuestros. Algo tenemos que hacer para mejorar la presencia de nuestros productos en Centroamérica.

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