Hemos visto en Chile, país ícono en materia de éxitos económicos e institucionales, graves protestas que tuvieron aparentemente como punto de partida el alza en el precio del billete del metro, sin embargo las raíces son multicausales y una de ellas es el fracaso del sistema de pensiones de ahorro obligatorio, que fue vendido como la gran panacea para el retiro de los trabajadores y para movilizar el ahorro; por cierto ese modelo fue copiado por varios países de la región entre ellos la República Dominicana.
En el primer gobierno del Dr. Leonel Fernández, 1996-2000, se sometió al Congreso el proyecto de ley de la seguridad social, el cual fue aprobado en el gobierno de Hipólito Mejía constituyéndose en la Ley 87-01; en su momento se le consideró un paso de avance social dirigido a garantizar los servicios de salud a los trabajadores, garantizar una pensión digna, riesgos de vejez y accidentes laborales.
El sistema de pensiones contributivo, así como los planes de salud, la ley estableció estaría en manos privadas; en el caso del sistema de pensiones fue el primer pilar en iniciar el primero de julio de 2003, en base al ahorro obligatorio de los trabajadores y el aporte de los empleadores, e inició con buenos auspicios pues el recaudo a julio de ese año ascendió a RD$266 millones y al mes de septiembre de 2019 a RD4,873.3 millones y el patrimonio de las AFP en RD$684,166.7 millones. Todo un éxito, especialmente en término de rentabilidad para las AFP, que en un mercado de capitales inexistente, ese ahorro obligatorio está invertido en certificados del Banco Central, de Hacienda e instrumentos en los bancos múltiples.
En Chile el padre del sistema de pensiones fue el economista José Piñera, hermano del actual Presidente, que hace 39 años inventó las AFP y se aseguro en ese momento que el sistema garantizaría pensiones equivalente al 70% de la última remuneración. .
En Chile por el contrario, según datos de la Superintendencia de Pensiones y publicado por la Fundación Sol, a diciembre de 2018 el 50% de los 684 mil jubilados que recibieron una pensión de vejez, obtuvieron menos de US$210 mensual (equivalente a RD$11,098) y ese mismo año el 50% de los nuevos jubilados recibieron pensiones de sus respectivas AFP menores a US$76.
Para tener una idea de lo crítica que es la situación para esos pensionados, que aportaron durante décadas al sistema previsional, baste señalar que de acuerdo a los datos de la VII Encuesta de Presupuestos Familiares los hogares chilenos gastan en promedio US$1,035(equivalente a RD$55,699.75) y esa pensión de US$210 no alcanzaría en República Dominicana para adquirir la canasta de bienes del último quintil.
En Chile el Gobierno aporta a las pensiones contributivas, que son por debajo del salario mínimo, un porcentaje, que unido a las pensiones pagadas totalmente por el estado representan aproximadamente el 3.7% del PIB, pero en RD eso no está contemplado.
Como el sistema previsional dominicano es relativamente joven no se sabe a ciencia cierta cuanto será el monto de las pensiones, pero algunos actuarios estiman no sobrepasará el 30% del último salario del retirado.
En vista de la experiencia chilena, es necesario que dentro de una reforma global a la Ley de la Seguridad Social, se estudie a fondo el modelo de pensiones para que en un futuro nuestros jubilados reciban un monto que sea suficiente para adquirir la canasta básica y los medicamentos que por razones de la edad son necesarios.