Por Eduardo Klinger Pevida
En los años que llevo estudiando la sociedad y economía china he aprendido a entender que los chinos son muy precisos y exactos en lo que dicen y describen; son concretos, no retóricos como nosotros. Quizás una virtud del propio idioma. Incluso, generalmente, enmarcan sus ideas claves en contexto de la naturaleza donde, también usualmente, encontramos giros poéticos que no son usuales en los idiomas occidentales. Dicen lo que es y no dejan dudas de lo que quieren decir. Durante la celebración del XX Congreso del Partido Comunista en octubre y en la celebración de las “Dos Sesiones”, la pasada semana, estuvieron intrínsecamente presentes dos términos: “modernización” y “revitalización” y, efectivamente, en eso están enfocados. Confirmada la composición del nuevo equipo de gobierno, todos los días se conocen nuevas decisiones orientadas a la introducción de medidas dinamizantes de la economía: mayor apertura, consolidación de la ciencia y la técnica como vigorosa fuerza productiva, mas interacción con un cada vez mas poderoso sector privado. Todo con la vista puesta en alcanzar un crecimiento anual del 5%, que algunos organismos internacionales creen que será mayor. Con ello sigue imparable el crecimiento de la economía en términos absolutos y refuerza su incidencia en el comportamiento de la economía global en un momento que en el mundo las principales economías están de capas caídas y hasta las capas están amenazadas.
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Beijing es líder global en manufactura inteligente, la economía digital representa 40% del PIB y creciendo, acelera incesantemente la transformación digital de los procesos productivos, encabeza el desarrollo de nuevas energías, ha pasado a ser el segundo exportador mundial de vehículos. No cesa en incubar nuevas industrias y potencia empresas emergentes. Entre enero y febrero recibió 39710 millones de dólares en inversión directa; nadie se atreve a despreciar el mercado mas grande del mundo. Sus “zonas especiales de desarrollo” han sido vitales en el ritmo de apertura, estabilización del comercio e inversión.
La economía china, indetenible, avanza sobre rieles al igual que los miles, sí literalmente, miles de trenes que diariamente desbrozan el trayecto entre cientos de ciudades chinas y europeas.
Contrario a la situación coyuntural en el mundo, China acaba de disminuir un 0.25% el monto que los bancos están obligados a mantener disponible del total de los depósitos -encaje legal- para continuar estimulando la demanda interna. Uno de sus motores junto a las exportaciones.
China refuerza sólidamente los fundamentos de su economía