POR TANIA HIDALGO
El juez Francisco Mejía Angomás, de San Cristóbal, revocó ayer una resolución del director de Prisiones que disponía el encierro durante un mes del narcotraficante Rolando Florián Féliz en una celda de máxima seguridad en la cárcel de Najayo, luego de que tratara de agredir a un oficial asignado al penal y destruyera una cámara de vídeo.

El magistrado dispuso que Florián Féliz sea trasladado a una celda normal y tratado como los demás reclusos.

De inmediato, el procurador de la Corte de Apelación de San Cristóbal, Jesús Fernández Vélez, informó que procederá a recurrir en apelación la sentencia.

El recluso había solicitado al juez de la ejecución de la pena la revocación de la medida impuesta el pasado 29 de noviembre por entender que se le estaban violando sus derechos.

En la audiencia Florián Féliz dijo que estaba encerrado en una celda oscura y sin las más mínimas condiciones para un ser humano permanecer allí un minuto.

Dijo que quería que se le dejara ir a la iglesia y hacer cursos técnicos como a los demás presos.

Florían Féliz fue castigado por romper una cámara de vídeo instalada en la celda donde guardaba prisión y lanzarle una trompada al coronel Julián Suárez, así como por tratar de agredir al alcaide de la cárcel.

El narcotraficante fue conducido al palacio de justicia de San Cristóbal en medio de estrictas medidas de seguridad a cargo de agentes del servicio secreto y de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).

Florián Féliz guarda prisión por tráfico de drogas y además fue condenado por el juez de la Tercera Sala Penal del Distrito Nacional, Víctor Martínez, tras ser encontrado culpable junto a otras personas de ordenar desde la cárcel el secuestro y asesinato de Víctor Augusto Féliz Matos en septiembre de 2002.

Por este último crimen fueron condenados junto con Florián Féliz, Priscila Díaz Infante y los policías Eliseo González, Luis Alberto Valenzuela, Juan José Bautista, y Daniel Guillén, así como Ivelisse Balbuena.